Norma Schweikowski de 41 años un día dijo basta y con sus hijos se fue a vivir en la casa de la familia de Pablo Agustín Gaona. Veintidos años de violencia física, psicológica y económica colmaron el vaso.
Poder para la impunidad y viceversa. Criador ilegal de gallos de riña, cazador furtivo del Moconá, coleccionador de armas sin papeles, productor agrario, concejal y bravucón es el currículum vitae de Alfredo, conocido en Campo Ramón como "Fredy". Perfecto apodo para un casting de una película de terror porque una vez intimidó a su cuñado con una tijera de podar.
"Los gallos cacarean todo el día, molestan a los vecinos pero nadie hace la denuncia porque tiene mucho poder y contactos" es la consabida frase que se escucha en el barrio Docente de la localidad.
¿Como fue elegido concejal del pueblo tan complicado personaje?
Incluso, quien fuera candidato a intendente de Campo Ramón por el sublema que posicionó a Holl en el deliberativo lo acusó de amenazas de muerte, hecho que habría quedado grabado en las cámaras de seguridad de un comercio. (*)
Pablo Agustín Gaona denunció a Fredy Holl, por tentativa de homicidio y daños al responsabilizarlo del incendio intencional de su vivienda en represalia por haber ayudado a su ex mujer a salirse de sus garras.
Una de las hijas de Holl relató que su padre sabía que Gaona viajaría a Suiza en los próximos dias.
"...la jovencita le contó que al otro día su vecino viajaba Suiza, donde reside su hijo mayor. Aseguró que su papá se mostró interesado en el dato y siguió preguntando. Precisamente, Gaona tenía previsto levantarse a primera hora del 3 de marzo para trasladarse en auto hacia Foz de Iguazú, Brasil, donde abordaría un vuelo a San Pablo, escala en su viaje a Suiza..." Despues del siniestro - "... la hija de Holl le escribió a su amiga contándole sobre las sospechas hacia su propio padre por las amenazas previas y las preguntas que hizo horas antes del frustrado viaje..." (*)
¿Despecho insoportable a su íntima idea de macho de la manada? ¿Tan filamentosa herida al orgullo implica un juramento gitano de venganza? Inquietudes que solamente la psiquiatría o la psicología pueden explicar?
La adrenalina del constante diálogo con el peligro, el vivir al borde se denotan en las pruebas de la cría, entrenamiento y venta de gallos de pelea. El perfil dibujan a un hombre plétorico e intenso.
“Está prohibido, pero es un negocio grandísimo. Incluso hace poco pagó 250 mil pesos por un gallo de Brasil. Es todo un presupuesto mantenerlos y entrenarlos. En el mismo galpón hay un ring para que los gallos entrenen”, relató Norma Schweikowski en una entrevista realizada por Daniel Villamea del Diario El Territorio.
Holl fue denunciado por su madre y sus hermanas; los expedientes por amenazas intra familiares se quedan en el letargo de la anodina justicia civil que tiene la insana costumbre de edificar pirámides con los papeles.
Sin embargo Fredy consumó su propio thriller en la justicia penal:
Según confirmó este diario, entre 2003 y 2010 al menos cinco personas denunciaron a Holl por amenazas, lesiones y daños. Fue sobreseído en todas. Ya en 2012 lo acusó su propia madre, Elvira Dingler, pero la causa por amenazas nunca fue resuelta. Lo mismo sucedió con una denuncia por daños radicada en 2015 por su suegro, Carlos Schweikowski... Pero el dato más abrumador indica que en los últimos 17 años Holl fue denunciado por lo menos en 16 ocasiones, aunque sólo en dos de ellas fue imputado. Se trata de las más recientes por “homicidio en grado de tentativa” y “acopio de armas y arma robada”. En todas las demás denuncias el ex concejal de Campo Ramón fue sobreseído o no se llegó a una resolución judicial. En ese contexto, la su ex esposa aportó un testimonio esclarecedor sobre el accionar del sujeto. “Me llegó a amenazar de muerte frente a un psicólogo y me dijo que ni la Policía ni los jueces lo iban a detener. Que me iba a matar cuando quisiera. Siempre decía que es mejor que lo metan preso porque así tiene una coartada para contratar un sicario del Brasil, donde tiene muchos conocidos por las riñas de gallos”, alertó Norma Schweikowski. (*)
El 6 de enero del 2018, Úrsula Holl (50) se presentó ante la Comisaría de la Mujer de Oberá para denunciar a su hermano Alfredo Holl por amenazas de muerte, tal como consta en el expediente J/3418 que se tramita en el Juzgado de Instrucción Uno. Transcurridos dos años del hecho, la denunciante nunca fue citada para brindar su declaración en sede judicial ni le informaron sobre avances al respecto. La mujer es licenciada en sistemas y desde hace varios años reside en la localidad de Quilmes, provincia de Buenos Aires. Tras el citado episodio nunca más volvió a Misiones, aterrada por las amenazas que profirió su hermano contra su familia y ella. La justicia tampoco le brindó la contención que esperaba. (*)
Claro. A Úrsula se le había ocurrido la peregrina idea de ver una chacra hereditaria. Terminó asustada para todo el viaje con la psicopatía a todo terreno vivenciada.
Fredy en otro episodio bandolero habría robado unos gallos de riña en la localidad de San Javier como lo denunció un funcionario judicial, sin demasiada suerte. ¿Acaso no sabemos que en la in - Justicia misionera además de la verdad se debe contar con un milagro de Dios?
Como un risible paralelismo, en el caso de Fredy, la Justicia misionera parece jugar al "gallito ciego"
La crónica gráfica dice que la policía allanó tres propiedades de Fredy. El arqueo judicial refiere además del centenar de gallos de riña, unas once armas de fuego ilegales entre rifles, escopetas, pistolas sin registro, silenciador, miras telescópicas, balas diversas. Singularmente apareció una pistola 9 milímetros que hace tres años fue reportada como robaba a un efectivo de la Policía Federal.
Y bidones de combustible vacíos.
El incendio originado con la dispersión de combustible líquido fue confirmado como intencional por los bomberos; quemo la casa de los Gaona y la de una anciana de 74 años a la que lograron despertar antes que se prendiera fuego el techo. La desesperación pudo más que los somníferos a las dos de la madrugada de aquel 3 de marzo.
Alfredo “Fredy” Holl de cuarenta y cuatro años, el suspendido concejal de Campo Ramón, fue imputado en el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá. por homicidio en grado de tentativa, delito que contempla un máximo de 12 años y medio de prisión y no es excarcelable.
Sin contar la ristra de denuncias de parientes y vecinos.
Entre los testigos se encuentra el intendente de Campo Ramón, José Márquez Da Silva, quien declaró en sede judicial, "que de oídas" supo que el acusado manifestó que se vengaría de Gaona porque “se metió con mi familia”, en alusión a la asistencia que las víctimas le brindaron a la esposa e hijos de Holl tras la separación de la pareja. ¿Reculó en chancletas?
Como una pesadilla...
Luego de seis meses de detención, por una causa que se suponía era inexcarcelable, el Juez subrogante del Juzgado de Instrucción I de Oberá libero a "nuestro Fredy" por falta de mérito en el delito de homicidio en grado de tentativa. Las denuncias ratificadas por parientes y vecinos quedaron en el anecdotario de un plumazo.
La Fiscalía de Instrucción 2 consideró que no había elementos suficientes en la acusación para elevar a juicio el expediente, como tampoco había certezas para dictarle el sobreseimiento definitivo, por lo que el imputado quedará supeditado a la causa, en libertad. El abogado defensor de Holl dijo a la prensa que presume un complot orquestado por el dueño de la casa quemada, la ex mujer de Holl y el intendente; que Fredy es fan de la caza y un hobbysta de armas antiguas. Una ternura.
Quedaron dando vueltas tres causas por amenazas comunes y otra con arma de fuego. Según deslizo su entorno jurídico, Holl no descarta reclamar la devolución de su cargo de concejal.
Resuena el párrafo leído con asombro: "A pesar de la gravedad de la imputación en su contra, el destituido concejal Alfredo “Fredy” Holl (44) gozaría de privilegios en su lugar de detención en la Seccional Quinta de Oberá y dispondría de un teléfono celular para llamar a sus empleados y dirigir sus negocios" desde su celda individual. (*)
Lo largaron con una perimetral y la obligación de presentarse a una comisaría todos los meses. A su ex mujer le dieron un botón antipánico.
La causa dejo de ser causa para convertirse en una sonora y cavernosa carcajada.
Alcides Cruz
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APARTADO
Gallos de riña, un negocio rentable
A pesar de que la Ley Nacional 14.346 prohíbe las riñas de gallos, en varias puntos de la provincia siguen criando animales para tal fin y organizando eventos. En ese contexto, Alfredo Holl es reconocido como uno de los principales criadores y sus gallos ostentan la mejor genética, según conocedores del ambiente. Se trata de una costumbre tan arraigada como sangrienta, ya que los gallos salen a luchar con púas o espuelas de acero amarradas a sus patas para ocasionar el mayor daño posible. En las peleas los animales terminan ciegos, mutilados o mueren. Antes de los combates los alimentan con zanahoria y miel para que los animales tengan más fuerza, aunque también existe “doping” con otro tipo de sustancias.En torno al juego se manejan apuestas que se realizan a viva voz entre los dueños de los gallos y los asistentes, quienes exhiben sus billetes para que el contrincante acepte la apuesta. También es habitual la venta y consumo de alcohol sin ningún tipo de control. “En la colonia hay mucha gente que sigue las riñas por tradición, más en los pueblos chicos. Pero es un negocio y a muchos les conviene, si hasta cobran la entrada”, precisaron. El submundo de las riñas de gallos constituye una red ilegal de la que participan desde jornaleros hasta funcionarios, profesionales y empresarios. (*)
(*) Material extractado del diario El Territorio; ediciones varias; autor Daniel Villamea.
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