El pueblo esta harto de la Renovación aunque haya realizado un esfuerzo para disimular y verse con humildad. Al calor de la campaña se corrió el maquillaje.
No es el tecnológico nombre 5.0 o de quinta generación política; es el trasvasamiento generacional de un modo de ser, que copia una matriz originaria que reproduce lo bueno y lo malo; también el vicio del poder.
Quedo explícito en el segundo episodio electoral por las diputaciones nacionales, cuando el partido gobernante en Misiones desde el 2003, guardo los fuegos artificiales del festejo; el sombrío porcentaje de votos les mostró el espejo de su realidad decadente por un modelo de poder concentrado.
Es probable que el pueblo misionero haya estado esperando una oportunidad para eclosionar, expresarse y encontró en este quiebre histórico de la neo derecha liberal para mostrar su insatisfacción. Pero la cuestion no es ideológica sino anímica, febril y alérgica.
No es un error de un pueblo tonto que no corto boleta como lo indujeron con artimañas pueriles.
Sin embargo la militancia renovadora no encuentra mayores explicaciones y acusa al mismísimo Rovira, a Passalacqua, Wellbach y a Herrera Ahuad como los causantes de la derrota "por no haberse pegado a la boleta de Alberto Fernandez desde el comienzo".
En este punto del enojo de la militancia renovadora surge de nuevo la naturalización de una practica deleznable, que tantas veces señalamos: la de ir desde la co gobernabilidad con el macrismo hasta la pretensión de volverse "cuasi peronistas" de repente. Este es un vicio de la identidad de origen.
Con este modo "empollar en nido ajeno" , se hace difícil explicarle a un renovador que "no puede porque no se debe" inmiscuirse en la vida partidaria de otras corrientes, de las cámaras, de las sociedades de fomento, de los clubes de abuelos, etc.
Hete aqui aparece en superficie otra vieja costumbre: la de armar partidos "sellos de goma" para debilitar espacios de competencia, con dirigentes comedidos que terminan en la plana de funcionarios. Otro vicio.
No cabe duda que el militante renovador hizo un enorme esfuerzo esta vez y que al no estar acostumbrado a perder, su angustia es desbordante y lo desorienta.
CONTEXTO INTERNACIONAL DE LOS TIEMPOS QUE CORREN.
Hay una corriente epocal que a nivel planetario se cierne sobre la humanidad atribulada de las injusticias, de la desigualdad, de la falta de solidaridad, de gobiernos que usan a los Estados para favorecer a las sinarquías, de empresas multinacionales o locales que usan a los gobiernos y de gobiernos que usan a la población para sus apetencias.
Francia, Ecuador, Chile y otras partes del mundo evidencian otro espíritu, que se desplaza por la atmósfera o las aguas como brisas de la humanidad.
Los medios de comunicación en todas sus variantes con el soporte de la Inter navegación llevan y traen en tiempo real esos cambios planetarios. Dicho esto y puesto el trasfondo mundial, cae la pregunta básica: ¿Por que Misiones va escapar de esa tendencia?
Ni siquiera planteamos la Argentina. Buscamos a propósito el reduccionismo territorial misionerista, presentado como una reivindicación histórica, cuando es nada mas que una pose para negociar recursos y ventajas, como lo dijimos tantas veces.
No se trata del genuino amor de un nacido y criado a su terruño al que se quiere apelar como argumento. Se acabo el humo para ocultar la luz de los tiempos que corren.
DE LA FILOSOFÍA DE MISIONERISTA A "LOS QUE FUMAN EN GARRAFA".
Por mas que se predique a troche y moche el "misionerismo" como excusa para asuntos mas mundanos y materiales de la relación Nación - Provincia, los nacionalismos se imponen. Es muy antojadizo que la parte sea superior al todo, asi como pensar que el Estado Nacional debe ser el mayordomo de las provincias. El autonomismo es una entelequia. La instauracion de una confederacion esta por verse.
Pero volvamos al voto de los misioneros.
No es el tecnológico nombre 5.0 o de quinta generación política; es el trasvasamiento generacional de un modo de ser, que copia una matriz originaria que reproduce lo bueno y lo malo; también el vicio del poder.
Quedo explícito en el segundo episodio electoral por las diputaciones nacionales, cuando el partido gobernante en Misiones desde el 2003, guardo los fuegos artificiales del festejo; el sombrío porcentaje de votos les mostró el espejo de su realidad decadente por un modelo de poder concentrado.
Es probable que el pueblo misionero haya estado esperando una oportunidad para eclosionar, expresarse y encontró en este quiebre histórico de la neo derecha liberal para mostrar su insatisfacción. Pero la cuestion no es ideológica sino anímica, febril y alérgica.
No es un error de un pueblo tonto que no corto boleta como lo indujeron con artimañas pueriles.
Sin embargo la militancia renovadora no encuentra mayores explicaciones y acusa al mismísimo Rovira, a Passalacqua, Wellbach y a Herrera Ahuad como los causantes de la derrota "por no haberse pegado a la boleta de Alberto Fernandez desde el comienzo".
En este punto del enojo de la militancia renovadora surge de nuevo la naturalización de una practica deleznable, que tantas veces señalamos: la de ir desde la co gobernabilidad con el macrismo hasta la pretensión de volverse "cuasi peronistas" de repente. Este es un vicio de la identidad de origen.
Con este modo "empollar en nido ajeno" , se hace difícil explicarle a un renovador que "no puede porque no se debe" inmiscuirse en la vida partidaria de otras corrientes, de las cámaras, de las sociedades de fomento, de los clubes de abuelos, etc.
Hete aqui aparece en superficie otra vieja costumbre: la de armar partidos "sellos de goma" para debilitar espacios de competencia, con dirigentes comedidos que terminan en la plana de funcionarios. Otro vicio.
No cabe duda que el militante renovador hizo un enorme esfuerzo esta vez y que al no estar acostumbrado a perder, su angustia es desbordante y lo desorienta.
CONTEXTO INTERNACIONAL DE LOS TIEMPOS QUE CORREN.
Hay una corriente epocal que a nivel planetario se cierne sobre la humanidad atribulada de las injusticias, de la desigualdad, de la falta de solidaridad, de gobiernos que usan a los Estados para favorecer a las sinarquías, de empresas multinacionales o locales que usan a los gobiernos y de gobiernos que usan a la población para sus apetencias.
Francia, Ecuador, Chile y otras partes del mundo evidencian otro espíritu, que se desplaza por la atmósfera o las aguas como brisas de la humanidad.
Los medios de comunicación en todas sus variantes con el soporte de la Inter navegación llevan y traen en tiempo real esos cambios planetarios. Dicho esto y puesto el trasfondo mundial, cae la pregunta básica: ¿Por que Misiones va escapar de esa tendencia?
Ni siquiera planteamos la Argentina. Buscamos a propósito el reduccionismo territorial misionerista, presentado como una reivindicación histórica, cuando es nada mas que una pose para negociar recursos y ventajas, como lo dijimos tantas veces.
No se trata del genuino amor de un nacido y criado a su terruño al que se quiere apelar como argumento. Se acabo el humo para ocultar la luz de los tiempos que corren.
DE LA FILOSOFÍA DE MISIONERISTA A "LOS QUE FUMAN EN GARRAFA".
Por mas que se predique a troche y moche el "misionerismo" como excusa para asuntos mas mundanos y materiales de la relación Nación - Provincia, los nacionalismos se imponen. Es muy antojadizo que la parte sea superior al todo, asi como pensar que el Estado Nacional debe ser el mayordomo de las provincias. El autonomismo es una entelequia. La instauracion de una confederacion esta por verse.
Pero volvamos al voto de los misioneros.
El cansancio del misionero es moral. Es un mea culpa democrático. Hasta aquí vivió en carne propia el amañamiento recurrente por la Ley de Lemas por parte del régimen renovador, para enquistarse en el poder. Aunque la estratagema de las elecciones separadas en la provincia haya dado un resultado contundente, No refleja la realidad subyacente porque el "caballo del comisario" corrió solo.
El misionero ya no se soporta a si mismo mirando para otro lado, agachando la cabeza y encogíéndose de hombros cuando observa la insolencia de los que tienen el poder.
Se vació el sentimiento de la democracia con este modelo que miente una competencia entre liderazgos territoriales, cuando a los cinco minutos de terminada la elección andan todos abrazados como si nada hubiera pasado; y que también, deja indemne de recambios a los que están en la cúspide, que arman las listas de diputados provinciales a dedo. Los propios dirigentes oficialistas ya "no digieren" ser usados profilácticamente cada dos años por mas que aguanten las órdenes por obediencia debida en directorios y secretarías de toda laya.
El misionero se harto...
Se hartó de funcionarios corruptos, de prebendas, de sobre precios en la obra publica por parte de los contratistas amigos que ya tienen arreglados los vueltos, de contubernios entre supuestos opositores que son socios empresariales, del nepotismo y la consanguinidad de cargos, de manipulación de pensiones graciables o de discapacidad otorgadas a personas mediante certificaciones falsas, a beneficios con subsidios a todo el árbol genealógico y parentela. De contrabandistas de frontera. De funcionarios opositores con voluntad sensible para la compra en empresas societarias del Estado. De empresarios corruptos con el Estado.
Se canso amargamente de ver a funcionarios con propiedades en países vecinos, buenos vehículos y pasar acomodado, o inversiones escondidas en lujares lejanos o mediante testaferros conocidos; de recibos fraguados en la administración publica que hacen figurar menos de lo que se recauda; de las coimas del diez al treinta por ciento; de subsidios que vienen de la Nación y son transfigurados en sociedades anónimas del poder; de la fragua de documentos, expedientes y beneficiarios engañados. De planes productivos hurtados; de la mágica desaparición de dineros en obras inconclusas. De tercerizaciones innecesarias para sacar tajadas; De aprovisionamientos cerrados y directos en empresas vinculadas a las poltronas o de los monopolios digitados que le hacen pagar al pueblo los costos de sus obligaciones.
Se hartó de una justicia bisca con jueces connivenciales con las exigencias del patrón político que los puso en el sillón; de dictámenes y fallos a medida; de una justicia para pobres y otra justicia para ricos; de cajoneos de causas hasta el olvido; de la corrupción de cuello blanco; de fiscales que nunca ven ni investigan de oficio absolutamente nada; del tarjeteo y el papeleo de las indecisiones; de una corporación con arabescos verbales, gesticulaciones y buenos modales pero que no cumple con su deber de contrapeso democrático en el Estado.
Se saturó de la suma del poder publico.
Se canso del Estado ausente, de la fraseología y los eslogan como "estar cerca" cuando se esta lejos; cuando la política no anticipa los problemas, sino por el contrario sale corriendo tras ellos, y se lamenta cuando estallan o ya no se puede hacer nada. De sufrir por la luz y el agua que no llegan o no alcanza, en una provincia atravesada por arroyos y cascadas. De pagar todo mas caro, de impuestos y sobre tasas.
Se harto de sindicatos anodinos complacientes con el poder; de cámaras empresariales que hacen la comparsa; de cooperativas que evaporan subvenciones y los fondos se reparten entre cuatro de la comisión directiva; de organizaciones vecinales infiltradas; de Ongs licuadoras de dinero que hacen la pantomima social.
Se canso de los efectos especiales, de la prensa adicta que no critica lo que sabe que esta mal y se dedica a dar solo informaciones policiales y entremeses no comprometidas con el poder de turno, por el temor de perder los cheques que cierran sus bocas aunque griten por la libertad de expresión cuando en verdad es auto censura.
Pueden haber mas recovecos y oscuridades para enumerar a grandes rasgos sin lugar a dudas. Solamente estos párrafos pretenden poner en los lectores el reflejo de lo que se escucha, de lo que muchos saben y cuentan en secreto, de lo que se barre bajo la alfombra, y de aquello que el acostumbramiento a las miserias humanas provoca lo que la psicología hoy se llama el Síndrome de Estocolmo.
Pero lo que mueve la evolución humana, lo celestial si se quiere ver con una patina de espiritualismo, ocurre por la maduración de los ciclos naturales intrínsecos en ellos. Hay algo biológico de supervivencia que enferma a los pueblos pero que al mismo tiempo, dispara sus defensas. Misiones va hacia la búsqueda de un nuevo equilibrio.
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