Más del 70% de las escuelas privadas reciben subsidios estatales y se destina al pago de salarios de los docentes. Las escuelas privadas, además, gozan de exenciones impositivas en IVA, Ganancias y aportes patronales. El subsidios a escuelas privadas se mantiene, al menos, desde hace 15 años.
Esa proporción crece si sólo se tiene en cuenta a las escuelas privadas de carácter confesional y desciende si se analiza a los colegios laicos.
La totalidad de estos fondos están destinados al pago de salarios docentes y, en algunas provincias, las transferencias a los colegios privados llegan a representar el 20% del gasto total educativo del distrito. Estos subsidios son administrados por los estados provinciales. En la mayoría de los casos, EL ESTADO NO CONTROLA EN QUE SE GASTA EL DINERO PUBLICO.
El 74% de las escuelas privadas confesionales reciben subsidios, mientras que en los colegios laicos ese porcentaje desciende al 63 por ciento. En el caso del nivel secundario, el 81% de las escuelas confesionales reciben subvenciones y un 70% de las laicas también lo hacen.
Un reciente informe nacional advirtió que casi 9 de cada 10 familias argentinas terminó con alguna deuda sin cancelar para poder llegar a fin de mes. Entre los servicios que fueron quedando impagos, están las cuotas de la educación privada.
Las escuelas de gestión privada sufrieron un fuerte derrumbe en el cobro de las cuotas durante un año escolar las consecuencias de la pandemia. Ocurrió un abrupto descenso de las matrículas. En la provincia de Buenos Aires - por ejemplo - ya son más de 100 los jardines y escuelas que anunciaron el cierre, mientras que existen otras 500 que están en riesgo.
Un informe de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba) señala que el 55% de las instituciones consultadas prevé el cierre de algún servicio educativo en 2021.
El informe revela que el total de las escuelas encuestadas -996 servicios educativos- sufren una considerable morosidad en el pago de las cuotas. Además muestra que 804 servicios educativos suspendieron el pago a proveedores, que 660 servicios educativos debieron endeudarse para sostener el establecimiento, que el 64% de los servicios educativos llevó a cabo una reducción de personal y que el 25% no percibieron el ATP durante los meses de mayo, junio y julio.
Misiones no se escapa de esa realidad. Hasta un 80% de los casos debe en los colegios. Para esos establecimientos los gastos fijos siguen estando, como alquileres, sueldos, servicios básicos.
La situación se agrava si se tiene en cuenta que algunos colegios ya comenzaron a inscribir a sus alumnos, y un requisito para poder hacerlo es tener las cuotas al día.
Hay escuelas que redujeron hasta un 50% las cuotas e incluso mantuvieron el precio de las inscripciones del año pasado. También optaron por pedir la inclusión en los planes Ahora 12 o 18. Es decir los colegios hablan más como una financiera que como una escuela.
Lo que quedo desnudo es la lisa y llana condición de negocio y el trasfondo "snob" más segregacionista sublimado del sistema privado. No es casualidad que esta "moda caretera" del colegio privado se acentuó en la década de los 90 en la Argentina.
Antes existía la enseñanza privada pero nadie se mosqueaba por inscribir a los hijos en esos colegios. Aquellos que nos educamos en la escuela pública nos formábamos tan bien o aún mejor que esas instituciones, mayormente ligadas a los curas.
Los estereotipos que hay sobre la educación pública y privada principalmente se basa en que los colegios privados cuentan "mejor enseñanza", con más equipamiento, una buena infraestructura y la selección de estudiantes. En cambio, los colegios públicos se ven obligados a atender a todos los estudiantes que lo requieran y en muchos casos estos suelen enfrentar grandes dificultades para poder estudiar, entre ellas "los paros o la faltas de los maestros"
Ergo. Si el dinero estatal se consagrara a la escuela pública, esta tendría menos conflictos laborales.
SI LOS COLEGIOS SON PRIVADOS, pues que se sostengan con la cuota de los padres que eligen ese modo educativo. El ESTADO no tiene porque mantener la educación privada con subsidios que sale del bolsillo general. Si hay defensores de la "iniciativa privada" pues que sean privatistas para todo.
Es ideológico? Si...y no.
Por un lado, nadie obliga a una sociedad anónima comercial o a una organización confesional a crear un Instituto educativo.
Por el otro, allí van los hijos de los que apoyan a los políticos que denostan a la escuela publica ("caer en la escuela publica") y ademas, son los que señalan los subsidios (planes sociales) a las familias pobres.
Entonces se produce la contradicción: los subsidios a los pudientes SON BUENOS y los subsidios a los pobres SON MALOS. Y otros señalamientos mas insultantes o denigrantes.
A mi gustaría ver que el Estado le exija una compensación a la escuela privada si le aporta dinero para sueldos por ejemplo. Una equivalencia para becar a niños mbya guaraní o a los mejores promedios de las escuelas públicas.
Es decir algo a cambio. Sino que se arreglen como puedan. Si tienen que cerrar...que cierren. Así, sin lágrimas, con la misma frialdad con que ese sector social mira a la clase más postergada.
Es muy probable que con la crisis generalizada, la desocupación que impacta en los sectores medios, la escuela pública se vea muy exigida en la matriculación por el desplazamiento de alumnos del ámbito privado.
Hay que cambiar radicalmente las cosas, ya que está todo puesto en evidencia.
La educación para todos radica en la escuela publica A LA CUAL HAY QUE ATENDER Y SOSTENER. La de delantal blanco. La de todos los tiempos.
Alcides Cruz
*Los datos se desprenden de un informe del Observatorio Educativo de la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE), que analizó las transferencias a escuelas privadas de las 24 provincias entre 2001 y 2016.
Fuente: Chequeado - El Territorio - Politica on line - Monografía sobre la Educación pública y privada en Perú
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