Desde marzo de 2016 comenzaron a firmarse acuerdos de seguridad y militares entre el gobierno del presidente argentino Mauricio Macri y Estados Unidos e Israel, así como a efectuarse la compra de equipos y armas y el establecimiento de bases militares, tanto en el extremo sur del país como en las zonas fronterizas del noroeste y norte.
El objetivo es vigilar la zona de las Tres Fronteras y en especial la circulación de la mayor colonia musulmana de Latinoamérica que está entre Foz de Iguazú (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay).
Medios de prensa digital del Brasil, entre ellos la revista Sociedad Militar, que se hicieron eco de la información indicaron que el objetivo de EE.UU. no es solamente “observar” a los musulmanes, y si “observar” el Acuífero Guaraní que es una de las más grande reserva de agua dulce del planeta. (40 mil kilómetros cúbicos) .
Bullrich + Eugenio Burzaco |
La discursiva de la ex funcionaria era propia de una miembro del esquema rentado de influencias norteamericanas en la Argentina, obedientes de la Embajada de EE.UU. ; El secretario de Seguridad Interior Gerardo Milman estrenó su pertenencia a la Fundación RAP, pantalla de la CIA en la Argentina, y su histórica cercanía a la Embajada de los EEUU.
Esta decisión se suma a un acuerdo de cooperación con el FBI, que también realizó Bullrich con el FBI, ( James Comey - 2016) para capacitar a los agentes de la Policía Federal en inteligencia biométrica y criminal. Recorrió las oficinas de la agencia de Seguridad Interior (Homeland Security).
Bullrich con James Comey |
Otra “task force” similar norteamericana ya estaba funcionando silenciosamente en Salta, zona rica en litio, gobernada por Juan Manuel Urtubey, histórico hombre del Departamento de Estado de los EEUU.
De hecho la base norteamericana en la Triple Frontera con Brasil y Paraguay, se suma a la ya instalada por EEUU en la otra Triple Frontera de control sobre el Amazonas entre Brasil, Perú y Colombia y las que funcionan en Paraguay como la base militar del departamento de San Pedro, conocida como “Centro de Operaciones de Emergencias (COE)” bajo las directivas del Gobierno de Estados Unidos (en ese caso con la excusa del combate a un movimiento guerrillero).
Todo el mundo utiliza la “guerra contra las drogas” para aumentar el presupuesto en seguridad y militarizar la sociedad, pero Patricia Bullrich en flagrante contradiccion había asegurado que "en Argentina no se consigue droga como antes. En nuestro país ya no es negocio para los narcotraficantes". ( Salvo para el ex Intendente Varisco de Paraná, Entre Ríos, de su partido político que fue condenado por cabeza de una red de drogas).
Rodolfo Tailhade: "Tengo evidencia de una vinculación de algunos socios de Macri, con el narcotráfico". "Hay una vinculación muy clara de algunos socios de Macri con el narcotráfico. Tengo mucha evidencia de eso", indicó Tailhade. En esa línea, detalló: "tengo evidencia que un empresario de nombre Federico Machado, alias Fred Machado, radicado en Estados Unidos, se dedica al negocio del lissing de aviones y tiene vinculación con un tal Mastropietro, socio de Macri". "Machado tiene una orden de captura de una corte de Texas por narcotráfico y por una estafa gigantesca en aviones", agregó. (El destape - 25/3/21)
Entre una banda dedicada al menudeo y un cartel narcotraficante hay bastante diferencia. La proyección internacional, la diversificación de las organizaciones criminales, en un mundo globalizado, es una de las diferencias centrales para hablar de los distintos tipos de organizaciones criminales.
Con la caída de la URSS, Estados Unidos comenzó a instalar bases militares en el cono sur para controlar su patio trasero, bajo la excusa de las nuevas amenazas.
A pesar de esto, las organizaciones criminales ligadas al comercio de sustancias ilegales fueron creciendo. Un reciente documento presentado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) corrobora que el "problema de las drogas", radica en la prohibición.
Afganistán, ocupado por la OTAN, sigue siendo el epicentro del cultivo de amapola habiendo pasado de 183.000 hectáreas en 2015 a 201.000 hectáreas en 2016. En Colombia se duplicó el área cultivada desde el 2000, cuando se inició el Plan Colombia.
También este informe da cuenta del alza en el consumo de cocaína en Estados Unidos, que no produce esta sustancia y que debe “importarla” desde Colombia, México y otros países.
Lo interesante es que Estados Unidos se jacta de tener todas sus fronteras protegida por radares y alardea sobre sus poderosas organizaciones para el “combate” contra las drogas, como la DEA. Pese a eso, el ingreso de sustancias ilegales al país más militarizado del mundo, demuestra que las políticas son un fracaso estrepitoso. La DEA lejos de combatir al narcotráfico lo que hace es controlarlo y dirigirlo de acuerdo a los intereses de EEUU, combatiendo a los cárteles que no le son aliados y dejando actuar a los propios.
También demuestra que las organizaciones narco no surgen a la vera de los gobiernos, sino en su propio seno. El poder territorial y de trasporte que necesita el crimen organizado solo se lo puede proveer fuerzas policiales, además de funcionarios públicos.
Respecto de la delincuencia transnacional, el informe de Unodc señala que entre un quinto y un tercio de sus ganancias proviene del narcotráfico; el resto de otros negocios ilícitos. El crimen organizado se ha convertido en empresas monopólicas que “administran” la trata de personas, venta de armas, juego clandestino, tráfico de migrantes, fraude fiscal y falsificación de divisas o secuestros extorsivos. Todo ese dinero se blanquea en el mercado formal.
Según estima Naciones Unidas, el mercado de heroína es de unos 68.000 millones de dólares y el de cocaína, de unos 88.000 millones de esa divisa y que juzgan que alrededor del 60 %-70 % del dinero derivado de estos negocios ilegales ingresen al mercado legal a través del lavado de activos.
Otro dato llamativo del informe de Unodc deja en claro que ningún gobierno se propone impedir que ese dinero ingrese a la economía formal: la "tasa de interceptación" del lavado de activos no supera el 0,2%.
Como se ve, la guerra contra las drogas favoreció el negocio de los banqueros. La prohibición de la producción y comercialización de sustancias ilegales, beneficia a un puñado de capitalistas que recaudan anualmente más de 500 billones de dólares a nivel mundial.
Para poner en jaque este negocio sangriento de capitalistas y criminales debe partir de atacar sus cuentas bancarias. La nacionalización de la banca, el comercio exterior y los puertos aduaneros serían medidas esenciales para desbaratar el comercio internacional de drogas.
El gobierno de Mauricio Macri, con el blanqueo de capitales, dio una muestra más de ser cómplice directo del fortalecimiento del narcotráfico en la Argentina.
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