A la orilla del yerbal de Santiago Barreiro, como una picada abierta a machetazos desde la Ruta 105, surgió esta barriada en los terrenos vendidos por la Inmobiliaria Posadas, aquella regenteada por Cassariego.
Zona anegadiza era un desafío pensar que podría desarrollarse una urbanidad.
Piedra sobre piedra. Desde la Delegación municipal "Negro Calvo", caminar por sus calles es desplazarse por la contemplación de un barrio dispar. La franja que nace en la circunvalación de la Ruta 105 hacia el Arco, es la consecuencia de asentamientos bajo la línea de alta tensión y a la vera del arroyo.
La memoria barrial devuelve el esfuerzo de crear una cooperativa de agua con dos tanques de diez mil litros traídos desde Encarnación; la salita de primeros auxilios, luego el CAPS y la calle Irigoyen que quedó desarticulada, escabrosa, por la irreverente traza vial entre la Avenida Las Américas y la ruta nacional.
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