Por un lado desde el gobierno provincial anuncia la ampliación de los espacios turísticos provinciales como la Cruz de Santa Ana y los Saltos del Moconá para este fin de semana además del Parque Nacional Iguazú para el acceso de misioneros solamente.
Está saltando la crisis del turismo por todos lados.
Por el otro el gobernador Herrera Ahuad solicitó el refuerzo fronterizo a la Nación habida cuenta del aumento de decesos y casos confirmados de coronavirus en todos los estados conlindantes a la provincia.
En las localidades brasileñas que dan con la frontera misionera, hay miles de casos y centenares de muertes por el COVID 19. Así como también - informamos en esta Red Vecinal - el incremento exponencial de casos de sarampión en el país carioca.
Del lado paraguayo llegan noticias nada alagüeñas respecto de las disponibilidades sanitarias y de insumos de protección para combatir la pandemia.
Asimismo, prevalece una profunda crisis del comercio trans fronterizo que disparó la alocada idea de un delívery aduanero, por parte de las autoridades de Encarnación.
A nivel nacional, los médicos infectólogos que asesoran al Presidente dan cuenta de la llegada del pico de la pandemia en la Capital y el Gran Buenos Aires. A la par por todo el país, está la angustiosa presión por la caída de la actividad económica.
El Colegio de Farmacéuticos de Misiones confirmó lo que por sentido común parecía una manipulación informativa, cuando desde las usinas del gobierno, en un eufemismo absurdo, se ventilaba la existencia de casos "dudosos". Para la ciencia bioquímica - aclararon - No hay casos "dudosos". Es positivo o negativo. No hay " medio embarazada" como dice el sarcasmo.
En las últimas horas volvieron a aparecer casos, como el del soldado de licencia en San Ignacio y la ratificación de dos enfermos en Garupá de un albañil y su hijo, del Barrio Nuevo. El hombre esta, según fuentes, en grave estado en el Hospital de Fátima. Varios miembros de la familia permanecen aislados por precaución.
Mientras tanto se aflojaron las medidas de seguridad sanitaria en los colectivos, donde la gente puede ir parada de nuevo, sin solucionar en lo más mínimo, la espantosa costumbre de la gente de subir a la atropellada a las unidades. En realidad el empresario amigo del Poder quiere la mínima cantidad de vehículos en las calles porque ya no factura de acuerdo a lo acostumbrado y poner plata propia es "vade retro".
Los comercios pueden abrir relativamente pero en la capital, Posadas, se nota la púa a raudales. Las compras que antes se iban al Paraguay, se quedan en la capital; los comerciantes se quejan de los impuestos argentinos pero nada dicen de la preciosa forma de arrancarle la cabeza a los clientes que ensayaron hasta hace poco. Ojalá reflexionen.
Hay sectores como la construcción que aumentaron las ventas y la demanda supera a la capacidad de abastecimiento de materiales. Entonces pasa lo más común: el aumento de precios.
El IFE va a parar completamente en alimentos o en los pagos de luz y agua a las empresas que NO han modificado en un céntimo su habitual manera de esquilmar al pueblo, aplicando tasas superiores al 40% de interés en las moras. Nadie dice ni hace nada en el gobierno para encausar esta aberración empresarial.
La política esta en otra. Los oficialistas y los opositores van caminos disímiles. Pero será tema de otro análisis mas específico.
En las redes los comentarios dan cuenta de que en Misiones la cuarentena es una joda. De arriba a abajo y viceversa. Con un trasfondo de falta de solidaridad que No es para nada nuevo en la provincia y confirma lo que parece ser parte de una idiosincracia intrínseca del "hago la mía aunque los demás revienten".
Alcides Cruz
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