Los autores de la Carta Orgánica de Garupá. Seis renovadores y Tito Ripoll |
Por Alcides Cruz - licencia CC BY 4.0.©
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¡No vino nadie! dijo un veterano político garupaense. El salón Mandové Pedrozo estaba repleto de muchedumbre pero los personajes políticos eran las mismas caras de siempre.
Se esperaba algún personero del gobierno provincial. No se acercaron Ni el Vicegobernador ni el Presidente de la Legislatura, ni un diputado provincial activo, salvo tres con mandato cumplido como Gauto, Batista y Núñez. La figura estelar fué la Ministra de la Corte Pía Venchiarutti Sartori.
(Sospecha: ¿Le vaciaron el acto o le escupieron el asado Don Vizcacha?)
[Garupaense es el gentilicio correcto. El acento en la á define la terminación en diptongo. Tal como paranaense. Metele "garupense" y garupacero también!]
Afuera el calor vaporoso subía por las paredes. El tránsito por la histórica calle Corrientes a la estación estaba cortado. El pueblerino oteaba el gentío. ¿Quien habrá venido... Milei? ¿Qué estará pasando?
Era la jura de la Carta Orgánica o la Constitución de Garupá. Un día histórico repetían los tertulianos varios como un lugar común de la conversación. El pueblo por el cuál juraban ceremoniosamente ni enterado estaba. Un soliloquio de la claque política.
Estaban los Constituyentes en el escenario; los concejales locales en la primera fila del público; el Intendente Ripoll y sus adláteres. Luego los hermanos Núñez y compañía, los himnos, chipitas y jugo de naranja sintético. Un detalle pintoresco: Julio González, Presidente de la Convención con micrófono vincha como disertante de una charla TED.
La idea era un acto ágil y dinámico pero los cumplimientos con la rutinas protocolares de jura y discursos: 1 pastor, 1 cura, 7 convencionales, 7 concejales, el Juez de Faltas, el presidente del Concejo, el Intendente, más los reconocimientos a colaboradores hicieron languidecer el evento. Final con selfie de cancha a la uruguaya con la concurrencia detrás. (¡Mirá toda esta gente!)
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Los humores residuales de las tensiones No resueltas entre el Departamento Ejecutivo de Lucho y el Honorable de Rolo sobrevolaban en el aire como gas pimienta. El "venado ligero" de Andresito hubiera salido raudamente a tirarse de pecho en el Arroyo Garupá y escapar nadando a las orillas menos hipócritas de Candelaria.
El estrecho camino de la auto determinación de los pueblos, tan propio de la quintaesencia de Andresito, es apenas una declamación souflé en la concepción política gobernante que pretende federalismo hacia afuera y autocracia hacia adentro. La omnipresencia de Rovira fue mencionada por Julio González y luego en la alocución de Lucho Ripoll.
"El hombre que me dió la vida" dijo el Intendente sobre su padre, Raúl Armando Ripoll cuando moderó palabras críticas de Don Tito hacia su archi enemigo el Supremo Ingeniero .
El veterano No desperdició la oportunidad para recalcar el como "hace 23 años" que la causa de todos los males de Garupá es la menguada coparticipación que recibe el municipio. Para su hijo, la gobernanza provincial presta oídos atentos a las demandas que hace desde su cuarta gestión, pero justifica la paciencia del burro que nunca olvida donde come.
El refrán concluye que el borrico "No consigue las cosas por lindo, sino por lo pechador". 😂
El asunto es que empezó a andar la Carta Orgánica "Renovadora" de Garupá. Tendrá su plenitud allá por el 2030. Metabolizarla llevará un tiempo. Para entonces habrá un sorteo (¿y licitación?) de 5 concejales que deberán abandonar el cargo para equilibrar las 10 bancas de representación legislativa.
Las elecciones de medio tiempo para el 2025 No fueron permitidas "de arriba". ¡Si bwana ! 👳
(¿No se les ocurrió dejar que el pueblo elija por Consulta Popular? Que queden los 5 mejores por la calidad de su trabajo con los vecinos, proyectos y capacidad...)
¡Esto es Garupá! exclamaron por ahí.
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Los ex Intendentes Tito Ripoll y Daniel Roa en sus roles de Convencionales marcaron el clímax subyancente como "pater familis" de la política de los últimos 40 años de la localidad.
Hoy como ancianos de tribus nómades pueden dar consejos. Perdieron el pelo pero NO las mañas. Si Garupá cantara un tango les diría: "...no habrá más penas ni olvido". El pasado No los reivindica pese a los arrepentimientos del presente. La experiencia viene por el tiempo y la sabiduría por el cambio interior. Las palabras de ayer vuelven a rebotar en la Caverna platónica. La verdad deja de ser una sombra y la realidad se impone como el sol. Aquellos que quisieron salvarse del mal, pelearon unos contra de otros, porque el instinto de PODER supera a la idea del Bien Común.
Hoy exhiben las cicatrices de purulencias y quemaduras.
"...quien ocupa un cargo, al asumir, que NO venga a aprender a gobernar y después de cuatro años, deje errores tremendos, de mal gasto, de mala administración; pasa en los tres poderes; debe mejorar el ser humano; cada funcionario municipal tiene que capacitarse.
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Daniel Roa: "Mil veces elijo el camino del diálogo para resolver los problemas institucionales del Estado municipal; no hay otro camino que fortalezca más a la democracia que el diálogo; hay que hablar, no hace falta hacer un asado entre el Intendente y el Presidente del Concejo Deliberante...si hay un vino mejor porque el vino te hace decir la verdad". (¿Hay mentiras mutuas escondidas que deben ser aflojadas con efluvios etílicos?)
Si bien está prohibido para fines NO médicos y reprimido éticamente, el llamado "suero de la verdad" o pentotal sódico NO haría ningún efecto en los contendientes. Son años de embustes y entremeses que un detector de mentiras se volvería un sismógrafo loco.
Tito Ripoll: "...bien decía Daniel...¡diálogo!. Preocupa mucho el enfrentamiento que hemos vivido la gente de Garupá, principalmente los empleados municipales y el Concejo Deliberante; muchachos...a todos...diálogo!; conversar, hablar, discutir, mediar la solución; nos peleamos entre nosotros y la culpa No es nuestra; nos dicen que el candidato fulano es malo, el otro más malo, el otro regular; el problema lo tenemos nosotros aquí abajo - pero - está más arriba...es la co-par -ti-ci-pación ; entiendan todos los vecinos; es el dinero que le deben a los habitantes de Garupá..."
Aquí lo interrumpe Julio González pidiéndole brevedad a Tito Ripoll. Tema escabroso y urticante para la cúpula renovadora gobernante. ¡Epa! se pudre el acto. Más de 20 años en la supremacía de la Cámara de Representantes provincial y jamás aprobaron el llamado a rediscutir las proporcionalidades de distribución de recursos en los municipios. Es más fácil blandir la chequera a discreción para domar potenciales intendentes díscolos.
Dicho sea de paso, hoy baten la idea de llegar a 80 localidades con el mismo 12% del presupuesto provincial a repartir. Asimismo vale el instante para recordar que el Gobernador Hugo Passalacqua firmó el 9 de julio del 2024, el Pacto de Tucumán donde aprobó el llamado al debate de la Coparticipación Nacional. ¿Y por casa como andamos?
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La idea del diálogo ( a través del pensamiento) es superada por los egoísmos y las ambiciones. Son sentimientos, no razones. Hasta el cansancio repetiremos lo mismo. El modelo de la Renovación a nivel territorial básico promueve la pelea canina y desvirtúa toda noción de consenso. Es inaplicable la doctrina de la prevalencia del que gana por sobre la obediencia acompañante del que pierde. En la Renovación pergeñada como maquinaria de poder, mefistofélica, un pequeño grupo de peces gordos hace que el resto sea un cardumen que vive escapando.
Así, en forma categórica, tenemos un producto políticamente distorsionado como la Carta Orgánica de Garupá porque No son los temas inherentes al futuro, a las tecnologías o el cambio climático el problema de fondo, sino que la "Carta Magna" fue parida como un sub engendro de la Ley de Lemas.
Por más ahínco, buena fe, amorosa dedicación que le hayan puesto los convencionales, No lograron superar la barrera del principio ético político. Uno es el que manda en el orden provincial y el resto obedece; toda aspiración de independencia espiritual y material de Garupá es una mera expresión de deseos.
Insisto con la apreciación. El determinismo natural para Garupá, además de las condicionalidades políticas crónicas, es su destino de espacio amortiguador de la pobreza en las laderas de Posadas. Si progresa es por generación espontánea como la hierba silvestre.
La Carta Orgánica Renovadora de Garupá deberá ser incubada como los bebés prematuros, por su debilidad de origen: una democracia jibarizada, reducida a un formato de APODERAMIENTO de la voluntad popular con la Ley de Lemas.
"El que gana gobierna y el que pierde acompaña" que el Intendente Lucho Ripoll les espetó como escupitajo en la cara a los concejales DE SU MISMO ORIGEN POLÍTICO pero adversos, es un episodio de la interna gris, fermentada en sublemas, en subproductos de aquella falsa democracia que gira sobre el mismo EJE DE PODER.
"Defender la AUTONOMÍA del Municipio de Garupá" juraron los Constituyentes y los gobernantes de la actualidad. La palabra AUTONOMÍA es un oxímoron. El pueblo queda AFUERA de la puerta del Estado con la Ley de Lemas y cada dos años - con cada vuelta electoral - le dan la llave para que la cierre nuevamente haciéndole creer que cambiaron la cerradura.
1 - Con Ley de Lemas No cambia nada de nada. Aunque se tenga la mejor Carta Orgánica del mundo.
2 - No habrá bajo este signo político RENOVADOR ninguna modificación de los porcentuales distributivos reales de la Coparticipación interna de la provincia. Es un modelo de fusta y chequera.
3 - Garupá está destinada a arrastrarse con su destino de arpillera. "Chiripá de bolsa pa´taparse el rabo". De vez en cuando un mendrugo para el perro que camina bajo las ruedas del carro.
Garupá No tiene rebeldía. Andresito No ha pasado por aquí.
Este trabajo tiene la licencia CC BY 4.0
1 COMENTARIOS:
Garupá es y será un pueblo de vasallos.
Gente sin sombras que esperan que otros decidan por el voy a compartir una deficion que nos define a la medida Vasallos.
El término avasallar se refiere a la acción de sujetar, rendir o someter a alguien, obligándolo a obedecer. También implica el acto de hacerse vasallo de un señor, es decir, aceptar su autoridad y protección. En un sentido más amplio, avasallar puede describir el proceso de someterse a una situación o poder, perdiendo así la autonomía personal. Este concepto abarca tanto relaciones de poder como dinámicas de sumisión.
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