Por Alcides Cruz - licencia CC BY 4.0.©
Ramón Amarilla No es un preso político aunque la caracterización caiga justa aparentemente. Ramón Amarilla se convirtió en un líder político. Una persona valorada por los ciudadanos, de modo tal que su potencial electoral lo ha convertido en un problema político para el que gobierna. La judicialización política con apoyo mediático es notoria, con el fin de deslegitimar, inhabilitar o encarcelar a liderazgos emergentes.
---
ÉSTE EL MOMENTO PARA DONAR o COLABORAR CON EL PERIODISTA
Una fuente independiente de información creíble. El periodismo es un servicio público. El Cuarto Poder está en la gente informada. Pero investigar es caro y a los que quieren que las cosas sigan iguales no les conviene que te informes. Por eso mi trabajo siempre estará accesible para todos. Quienes puedan, contribuyan. No se hagan los distraídos. Toque la foto y aporte de acuerdo a sus posibilidades por Mercado Pago y continúe leyendo la nota.
---
El mundo cambió y el modo de hacer periodismo está en plena transformación material y tecnológica. El Vecinal como medio comunitario NO está exento de esa realidad. La información nunca fue gratis de producir. Muchos medios pequeños reciben donaciones o suscripciones para cubrir gastos. Por eso pedimos a los lectores en línea que realicen UNA DONACIÓN mínima, colaborativa. Ayúdenos con lo que esté a su alcance.
Cercanos contaron al Vecinal que la causa esgrimida alrededor de una mensajería de Whatsapp es un artilugio para acusarlo de conspiración y sedición. Un armado que se cae a pedazos si el Juez y los mandantes políticos se dedicaran a leer los diarios y portales de los medios que mantienen con la pauta.
Amarilla, retirados y pocos policías activos hicieron acampes frente el edificio policial bajo las mismas demandas de mejoras salariales y funcionales; todo a cielo abierto, nada oculto. Inclusive una movida previa fracasó por el pobre acompañamiento. Había un tufillo intra fuerza de que "Ramón ya no tiene la representación de antes". Casi era considerado un loco suelto.
Quienes cubrimos periodísticamente los sucesos nos enteramos como fueron las cosas. Dos hermanos que se sumaron al acampe de una semana anterior, fueron sancionados duramente. Uno de ellos, joven con enorme vocación de servicio, fue el que se reveló contra lo que sintió como una injusticia.
El humo negro de cubiertas quemadas en la madrugada, se viralizó de modo imparable.
Los maestros, el personal de salud ya venían realizando medidas de fuerza y cortes de ruta por su lado. Luego se plegaron al bloqueo policial realizado frente al Comando Radioeléctrico de la avenida Uruguay.
La responsabilidad de la conflictividad social coincidente la tuvo la impericia y la petulancia de los funcionarios, que sin los fondos de la Nación - cortados por el presidente Milei al inicio de su mandato - solamente balbuceaban vanas promesas.
---
El detalle menos previsto. Amarilla ganó el respaldo de la gente y sobre ello se montó el andamiaje partidario - proselitista. La conjetura: ¿El Poder Judicial genuflexo lo dejará asumir si gana? No hay nada que lo impida. Salvo la Renovación.
Y la duda. ¿El pueblo misionero será capaz de reclamar por la eventual injusticia? De acuerdo a lo histórico, el pueblo misionero es un cobarde que huye hacia adelante. Carne de perro porque le gusta ser perro. El voto es secreto por suerte. Que nadie se entere, que nadie vea. No compromiso.
---
Hoy sí Amarilla quedó solo y no puede esperarse demasiado de sus colegas. Sus "camaradas" pasivos o activos de la policía o penitenciaría, escondieron el pellejo. Quedó claro que lo siguieron por único interés que puede despertarlos: el dinero. Aunque hoy deambulen como zombies sin que nadie procure por ellos.
Me contaron que Ramón Amarilla alucinó de tristeza entre las rejas, ensoñando que sus "camaradas" iban a movilizarse a pedir por la liberación de quién puso la cara y la salud por ellos; fue encerrado para amedrentar al resto de la fuerza, como un castigo ejemplar a la irreverencia. La única movilización que se vio fue hacia los cajeros automáticos.
Quieren ser perros con salario balanceado, racionado a gusto y placer de la superioridad. El salario del miedo subordina sin remedio.
Tanto grito de coraje y valor en la formación policial o penitenciaria pero sucumben ante el primer amago de jefes. No hay gallardía ante el poder que los sojuzga. Jefes cuyos altos cargos son políticos también, porque de otra forma No estarían encumbrados.
No puede argumentar subordinación quien se arrastra y se esconde tras la excusa del cumplimiento del deber cuando la lucha lo envuelve, lo comprende, y aún pretende usufructuar la conquista de un derecho.
De pronto Ramón Amarilla es un cuerpo extraño para la corporación policial. Ahora es como el resto de los habitantes de la tierra colorada. Un preso más de la gran cárcel hegemónica e ideológica. Si llegara a entrar a una banca de la legislatura será un incómodo suceso para quienes jamás se jugaron por nada.
---
¡Cuántas veces he visto a la Infantería preponderando sobre los débiles brutalmente! No por los escudos y los bastones que la viste de represora en nombre de la justicia, sino por la deshumanización de esos hombres.
Oí a un maestro que dijo: ¡Yo te enseñé a leer! - a un médico exclamar: ¡Yo te curé!
Que le hayan borrado de la mente la idea de que son civiles y la vez, moralmente mejores que el resto de los mortales, se consolida, en los funcionarios de seguridad cuando No hay conciencia de clase ni social.
Los "camaradas" perdieron la moneda de oro, la única moneda valiosa que sirve como un denario guardado para herencia. Es una palabra sencilla. Seguro que resuena en el pensamiento. Es como la voz de un padre o de una madre.
---
Hoy se sospecha, entre expertos de Inteligencia policial - que a Amarilla le metieron un topo que lo indujo a hacer una huelga de hambre para desacreditarlo; el suboficial es un inercial luchador y quieren aprovechar esa enjundia natural para hacerlo ver como un "quilombero" empedernido que hace lío donde esté.
La asfixia moral es el talón de Aquiles que buscan, por el que intentarían trabajar su desesperación por la libertad. "Con la huelga de hambre, Amarilla se ajustó la mordaza solo" dicen.
Quienes lo pusieron como candidato a diputado provincial, deberían cuidarlo más y No hacer de su detención una retahíla discursiva de marketing político. Que sea el partido el señalador de la inquina desplegada por el gobierno contra todo aquello que se le oponga a su vanagloria.
---
La situación de Amarilla en la justicia es por haber encabezado con otros colegas los reclamos salariales y funcionales de policías y penitenciarios; Las causales los apuntan como autores intelectuales de la asonada. Como los uniformados No tienen reconocida su sindicalización; todo lo que hagan es institucionalmente reprochable, como funcionarios del Estado, en situación pasiva o activa.
Siendo así, las causales de la violencia institucional evalúa también a quien dirige la institución, porque NO supo resolver el conflicto por impericia o negligencia relacional o política.
---
En el Juzgado de Instrucción Nº 6, Secretaría Nº 2 de la Primera Circunscripción Judicial, se tramita la causa identificada como Expte. Nº 64913/2024 “Agente Fiscal N° S/Eleva Denuncia N° 93, 94, 95 y de la 109 a la 126”, donde se investigan presuntos delitos de usurpación, daños, daños e interrupción de los servicios públicos y de comunicaciones, intimidación e incitación a la violencia, peligro de incendio de arsenal, supresión de datos de comunicaciones, encuadrados en los artículos 181, 183, 184 inciso 6, 186 inciso 3, 153, 194 y 212 del Código Penal Argentino y/o los que surjan de la investigación.
Art. 181 - Delito de usurpación, que consiste en despojar a otra persona de la posesión o tenencia de un inmueble, o de un derecho real sobre el mismo, por medios violentos, amenazantes, engañosos, o abusando de la confianza o en forma clandestina. La pena es de prisión de seis meses a tres años.
Art 183 - Establece la pena para quien destruya, inutilice, haga desaparecer o dañe una cosa mueble o inmueble o un animal, total o parcialmente ajeno, siempre que el hecho no constituya otro delito más severamente penado. La pena es prisión de quince días a un año.
Art. 184 inciso 6 - Establece las atribuciones de los funcionarios policiales y de las fuerzas de seguridad, entre las cuales se incluye evitar la destrucción de pruebas.
Art. 186 inciso 3 - Establece una pena de reclusión o prisión de tres a quince años para aquellos que causen un incendio, explosión o inundación contra bienes públicos.
Art. 153 - Trata sobre el delito de hurto agravado. En este caso, se refiere a la violación de secretos y de la privacidad, especialmente cuando se trata de comunicaciones electrónicas. La pena es de 15 días a 6 meses de prisión.
Art. 194 - Se refiere al entorpecimiento del normal funcionamiento de los transportes por tierra, agua o aire o de los servicios públicos.
Art. 212 - Establece que será reprimido con prisión de tres a seis años el que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones, por la sola incitación.
A su vez, en el Juzgado de Instrucción Nº 3, Secretaría Nº 1 de la Primera Circunscripción Judicial de Posadas, se instruye el Expte. Nº 121199/2024, caratulado “Morel, Juan Osvaldo s/ denuncia. Expte ‘J’ Nº 520/2024-UR-X”, causa en la que el magistrado interviniente ordenó la detención de Amarilla mediante el Oficio ID 26323976, de fecha 19/09/2024.
---
Todo es política. La libertad es política. El pan de cada día es político. El pedir por un salario digno es político. La paz social es política.
Ninguno de estos principios pueden esgrimir quienes desde la Justicia no hacen justicia y miran la luz de la ventana del poderoso para recibir una señal de aprobación por defender la vida, sustancia esencial para ser democráticamente libres.
Sería el colmo tener que pedir por la libertad de conciencia de los jueces.
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario