El sindicato que manejaba a su antojo la extinta Marilú Leverberg esta en fase crítica. La genuflexión desmedida, la connivencia desembozada con el gobierno Renovador quedó en evidencia por el hartazgo de los propios afiliados y ex miembros de las delegaciones del interior de la provincia.
ADOMIS, la agrupación del chaleco celeste en UDPM, es la correa de transmisión de las políticas minimalistas en lo salarial del oficialismo, en detrimento de los ingresos y la calidad educativa de Misiones.
Ruben "Grillo" Caballero , el heredero, parece mas un vocero del gobierno que un dirigente consustanciado con los crónicos reclamos del sector que debería representar. El vacío de poder que dejo el rubio carisma de la ex diputada nacional, no logra ser llenado.
Luego otras agrupaciones avanzan por más que las ninguneen su pares por NO tener personería gremial. Las que tienen el sello aparecen como actoras de reparto en la comedia dialoguista. Recitan el libreto más diplomático, aún a sabiendas que sus bases quieren otra cosa.
Tal vez no estén entendiendo el canto del gallo a un nuevo viento en la veleta.
En los principales distritos provinciales se alzan voces que señalan la nula representatividad de varios dirigentes y en ello radica el atasco político; el 20 mas el 5% no salvaron en nada el estado asambleario de los maestros auto convocados que bajo el sol, bajo los árboles, en las plazas y en las calles exigen el fin del modelo retributivo.
La crisis para ellos es la oportunidad de un cambio. UDPM ya no puede amortiguar el impacto de esta demanda que es valorada como "testigo" `por otros sectores gremiales ligados o no al empleo público.
Hay mucha energía contenida, disimulada, soterrada por el temor a perder el trabajo que va siendo liberada en lentas dosis de desasosiego.
Esto es lo que inquieta a los dueños del Poder en Misiones. Todo el mundo le contó los conejos al Gran Mago. Aún sus propios seguidores originarios que "ya no quieren militar por un cuadrito".
Los trabajadores rasos del Estado misionero ven como sus años de servicio se van como agua entre los dedos, mientras los dirigentes acobardados de la Renovación han adquirido una buena vida afortunada canjeando su dignidad.
Esta visto que el clima de cansancio popular, ya no se soluciona solo con plata en la provincia de Misiones.
Alcides Cruz
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