El obispado de Iguazú que expresó públicamente que la denuncia se trataba de una fake news. Tras la ratificación de la pruebas el Obispo no dijo una sola palabra sobre el escandaloso hecho de corrupción de menores.
Sin embargo, el Fiscal Álvaro Garganta, titular de la UFI Nº 11 de La Plata que investiga la denuncia por abuso sexual contra el cura Raúl A. Sidders, refiere pruebas contundentes.
El religioso fue notificado de la causa y en las próximas horas será llevado en condición de imputado a la capital bonaerense.
Los representantes legales de los denunciantes indicaron “Este gran paso es posible por la enorme valentía de “Rocío”, denunciante, quien padeció los abusos del religioso entre sus 11 y 14 años, con graves consecuencias y secuelas para su salud”
"Que aproximadamente durante el período comprendido entre los años 2004 y 2008 inclusive, un sujeto masculino que se desempeñara como capellán de la Unidad Educativa "Monseñor Lodigiani" -Colegio San Vicente de Paúl- ubicada en la calle 115 nº566 de La Plata, abusó sexualmente de la menor (...) de 11 años de edad", dice el pedido de detención al que accedió LA NACIÓN.
Luego, en la fundamentación el fiscal relata los hechos: "(...) a quien hacía colocar sus manos en los bolsillos de la sotana y sentir su pene erecto, situaciones que acaecían en el patio de la institución y durante los recreos, que provocaron un grave daño en la salud mental de la niña".
Tras la solicitud de detención originaria requerida por los patrocinantes de la víctima, los Dres. Juan Pablo Gallego y Pía Garralda, salió a luz que el Presbítero Raúl Anatolly Sidders se había trasladado al área de la Triple Frontera, en Puerto Iguazú, con grave riesgo de fuga por la proximidad de cruzar a Paraguay o Brasil.
El cura abusador fue asilado enn un lugar secreto y reservado por el Obispado de Puerto Iguazú, a cargo del monseñor Nicolás Baisi.
La denuncia y consiguiente investigación fue acompañada por parte de la comunidad educativa del colegio San Vicente de Paúl (del cual Sidders era Capellán y dónde perpetró los vejámenes sexuales), sobrevivientes de abuso eclesiástico, organizaciones de mujeres, de derechos humanos y políticas.
La detención a ser dispuesta ahora ante el cuadro probatorio abrumador que lo señala como autor de los crímenes, constituye además un duro golpe al operativo de impunidad de las autoridades del Arzobispado de la Plata, en persona del propio Arzobispo Víctor “Tucho” Fernández, y del obispado de Iguazú que expresó públicamente que la denuncia se trataba de una fake news.
El encubrimiento de la jerarquía eclesiástica se manifiesta en que, a pesar de la causa en su contra, Sidders mantiene tanto su cargo eclesiástico como público, ya que también es capellán de la Gendarmería Nacional.
El nuevo escándalo ocurre a sólo un año de comprobarse los delitos de igual índole perpetrados por Eduardo Lorenzo, Párroco de la misma Diócesis de La Plata, cuyo fallecimiento fue anunciado tras trascender su pedido de detención.
Sobre Sidders recae asimismo la prohibición de salidas del país.
“Exigimos la detención inmediata de Sidders, la investigación a fondo de los hechos denunciados y que recaigan las consecuencias penales sobre el autor de los hechos, sus cómplices y/o encubridores” recalcaron.
Hace poco menos de un año, en La Plata ocurría algo parecido: la fiscal Ana Medina pedía la detención del cura Eduardo Lorenzo acusado de abuso sexual. El día que la jueza de Garantías, Marcela Garmendia, hizo lugar al pedido de detención, el sacerdote se suicidó en una habitación de la sede platense de Cáritas.
Fuente. Actualizate Iguazu; Misiones Cuatro; La Nación
---
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario