8/15/2021

Ex agente confesó que la CIA voló el World Trade Center el 11S



Este acontecimiento, está en el conocimiento del pueblo norteamericano, aviones sin matriculas, los destinos sin especificar, pasajeros sin nombre, esas preguntas nunca fueron contestadas. Sumado al atentado del Pentágono, donde el avión era sin alas un pórtico. Estas cuestiones de hace 2 décadas. tuvieron al mundo entero en un terror sumido y de energías negativas.

Hoy estamos viviendo más mentiras con fines oscuros, especialmente las de las vacunas y cuyo interés no se conocen. Es por eso que se necesita promover la autonomía del pensamiento de las personas ante este crudo paralelismo como en el caso de tantas guerras, que no fue un accidente lo del 11 de septiembre, sino un plan puesto al servicio de pocos interés con gran poderío económico.

El agente retirado de la CIA Malcom Howard, de 79 años, ha hecho una serie de afirmaciones asombrosas desde que el viernes fue dado de alta en un hospital de Nueva Jersey, donde le han dicho que tiene solo unas semanas de vida. Howard ha declarado que participó en la “demolición controlada” del World Trade Center 7, el tercer edificio que fue destruido el 11-S.

Howard, que sirvió en la CIA durante 36 años, ha dicho que fue utilizado por destacados agentes de la CIA para participar en el proyecto debido a su experiencia como ingeniero y haber trabajado en demoliciones.

Con estudios de ingeniería civil, Howard se convirtió en experto en explosivos tras ser captado por la CIA a comienzos de los 80. Dice que tiene gran experiencia en la colocación de explosivos en objetos tan pequeños como encendedores y tan grandes como “edificios de 80 plantas”.

Este exagente de la CIA nacido en Nueva Jersey afirma haber trabajado en una operación de la agencia llamada “New Century” (Nuevo Siglo) entre mayo de 1997 y septiembre de 2001, un tiempo en el que la CIA “seguía recibiendo órdenes desde arriba”. Howard dice que formó parte de una célula de cuatro agentes encargados de asegurar que la demolición tuviera éxito.

El exagente asegura que la operación del World Trade Center 7 fue única entre sus demoliciones, pues es la única que “tuvimos que hacer sin que pareciera una demolición”. Reconoce que no ha tenido ningún problema en ocultar este hecho todo este tiempo porque “cuando eres un patriota, no cuestionas los motivos de la CIA o de la Casa Blanca. Supones que se trata de lograr un bien mayor. Escogen a personas buenas y leales, como yo, y me rompe el corazón escuchar tanta mierda”.

Pero, echando la vista atrás, reconoce que “algo no estuvo bien”. Y añade: “No ha salido nada bueno de esto. Esto no es lo que habíamos imaginado”.

Al explicar cómo se derribó el edificio, Howard dice que “fue una clásica demolición controlada con explosivos. Utilizamos como explosivos materiales compuestos nanotérmicos superfinos de uso militar. Lo más difícil fue introducir en el edificio miles de kilos de explosivos, fusibles y mecanismos de encendido, sin llamar la atención. Pero casi todas las oficinas del edificio 7 estaban alquiladas por la CIA, los servicios secretos o el ejército, por lo que todo fue más fácil”.

Howard explica que “colocamos los explosivos en lugares estratégicos” del World Trade Center 7 [en adelante, WTC 7] el mes anterior al día que cambió el curso de la historia de EEUU. El 11 de septiembre, mientras ardían las torres norte y sur, se encendieron los fusibles del WTC 7 y las explosiones nanotérmicas hundieron el edificio, destruyendo la estructura de acero, eliminando los refuerzos y permitiendo que los incendios de las oficinas destruyeran el resto del edificio, vaciándolo por dentro como una cáscara.

El WTC 7 se derrumbó a las 5:20pm, siete horas después de la destrucción de las torres 1 y 2. El derrumbe sorprendió a los testigos, al ver cómo el edificio se hundía a gran velocidad, pues no encontraba resistencia alguna en su caída.

Howard y sus colegas habían hecho su trabajo.

Cuando el edificio se vino abajo, ¡menudo subidón! Todo salió según lo planeado. No hubo problemas. Todo el mundo fue evacuado. Nadie salió herido en el WTC 7. Lo celebramos. Vimos una y otra vez las repeticiones de la demolición, sacamos whisky y puros, y luego, de repente, sucedió algo realmente extraño. Todos empezamos a preocuparnos porque parecía perfecto. Miramos el vídeo una y otra vez y empezamos a ponernos nerviosos. Parecía realmente una demolición controlada. Pensamos, mierda, la gente va a cuestionar esto. Y entonces nos enteramos de que la gente informaba en la calle que habían oído explosiones por la tarde. Cuando nos dijeron que la BBC anunció al mundo que el edificio se derrumbó 20 minutos antes de que lo hiciera realmente… En ese momento pensamos que nos habían pillado.

Según el informe oficial sobre el 11-S difundido por el gobierno, el WTC 7 se derrumbó debido a “fuegos incontrolados” que fueron causados por los escombros que caían desde las torres 1 y 2, que habían sido atacadas por los aviones de pasajeros. Si la narración oficial fuera cierta, el WTC 7 habría sido el primer rascacielos del mundo que se derrumbaba debido a incendios incontrolados, y el único rascacielos de acero del mundo que se había hundido hacia dentro debido a unos “incendios en oficinas”.

Howard y sus colegas temían que la gente pudiera ver a través de la narrativa oficial y se levantara contra el gobierno exigiendo que se les dijera la verdad.

Hubo tantos cabos sueltos, tantas evidencias… Pensamos que la gente se fijaría en todos los aspectos, que habría un levantamiento ciudadano que los medios no podrían ignorar. Financiarían investigaciones y exigirían saber por qué se les mintió. Pensamos que encontrarían compuestos químicos en el área que probarían que el edificio 7 fue volado.

Pensamos que habría una revolución, que el asunto llegaría hasta el presidente Bush, que lo sacarían de la Casa Blanca.

Pero no pasó nada de eso. Casi nadie cuestionó nada. Los medios fulminaron a todo el que se atrevió a cuestionar algo de la versión oficial.

Sigue al dinero
Howard ha dicho que no tiene “conocimiento directo” sobre la destrucción de las torres norte y sur del WTC y explica que “las operaciones de la CIA son muy específicas” y que es normal trabajar en un proyecto más grande mientras solo se conoce una pequeña pieza del rompecabezas.

Pero tiene consejos para los investigadores que buscan comprender todo el rompecabezas y averiguar quién estuvo detrás del ataque más devastador de la historia en suelo estadounidense.

Sigue al dinero.

Cuando quieras saber quién está detrás de algo, solo tienes que seguir el dinero. Mira los tratos hechos justo antes del 11-S. Ahí están los tipos que sabían lo que se estaba preparando. Hijos de agentes de la CIA, miembros del gobierno. Parientes cercanos de los hombres más poderosos de EEUU. Cheney, Rumsfeld. Todos se hicieron ricos. No fue solo por los contratos adjudicados a sus amigos de la construcción, las guerras y los sobornos.

Fue un abuso de información privilegiada.

Muchos países, como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón y Mónaco, iniciaron investigaciones de tráficos de influencias tras los ataques del 11-S, creyendo que si podían descubrir que algunos miembros de Al Qaeda se beneficiaron en el mercado de valores, entonces podrían probar que la organización terrorista estuvo detrás de los ataques.

Todas las evidencias apuntaban a importantes operaciones de tráfico de influencias alrededor del 11-S.

El ministro italiano de relaciones exteriores, Antonio Martino, dijo: “Creo que hay estados y organizaciones terroristas detrás de la especulación en los mercados internacionales”. El presidente del banco central alemán, Ernst Welteke, dijo que sus investigadores habían encontrado “pruebas casi irrefutables de tráfico de influencias”.

Incluso la CNN informó que los reguladores estaban viendo “señales cada vez más claras” de que alguien “manipuló los mercados financieros antes de los ataques terroristas con la esperanza de beneficiarse de ellos”.

Howard dice que un estudio serio sobre quién se benefició en el mercado de valores tras el 11-S “arrancaría el corazón de la oligarquía de EEUU”.

“Solo hay una organización que se extiende por todo el mundo, y permítanme decirles que no es, y nunca ha sido, Al Qaeda”.

Es la CIA.

“Nunca podrá haber una verdadera investigación. Todo el gobierno en la sombra, como ustedes los llaman ahora, está implicado”.

Este hombre de 79 años, que está pasando sus últimos días en casa, dice que no espera ser detenido después de su confesión, porque “entonces tendrían que perseguir a otros más. Simplemente, usarán los medios de comunicación para atacarme. Todos están en la nómina para suprimir todo lo referente al 11-S”.










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