Paulatinamente, las familias del Barrio Punta Alta, de Garupá se recuperan del trauma de un pretendido desalojo propiciado por un empresario inmobiliario zonal con un presunto apaño del poder político y judicial.
El gobernador, un diputado y dirigentes lograron frenar el atropello, considerando la posesión veintiañal de varios de los vecinos y anteriores amparos concedidos.
Mediante gestión de la dirigente Gabriela Benitez, esas familias más otras censadas, recibieron del IFAI asesoramiento técnico, apoyo en insumos, plantines para volver a producir hortalizas agroecológicas.
Como se trasluce en el video, hay una notoria esperanza de todas, a partir del respaldo institucional, de conseguir abastecerse más vender el excedente en el marcado local.
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