Dos hombres sorprendieron al sindicalista Alejandro Fidela (49) en su vivienda de Ñu Porá y lo golpearon salvajemente con un ladrillo en la cabeza y el cuerpo hasta dejarlo casi inconsciente.
La víctima fue hospitalizada y la policía detuvo a uno de los agresores, que vive a una cuadra y media del domicilio de Fidela.
Segun fuentes el sindicalista salió a defenderse con un arma de fuego y efectuó al menos dos disparos, uno de los cuales habría herido en la mano a uno de los atacantes que quedó detenido.
Fidela fue internado en el Hospital Madariaga con heridas contuso cortante en región occipital, múltiples hematomas en región torácica posterior, escoriaciones en los cuatro miembros y disnea – contusión pulmonar.
“Vinieron a matarlo”, dijo su esposa Vanesa, y aseguró que ya habían denunciado 15 veces a los mismos individuos que forman “una banda que se dedica a las usurpaciones de terrenos y casas”, advirtió.
La mujer contó que desde comienzo de año tienen inconvenientes con estos vecinos. “Nos quisieron usurpar dos terrenos, nos quisieron robar uno de los vehículos. Nos han tirado piedras, nos destrozaron las aberturas. A mí me patotearon entre ocho, amenazándome con un revolver, me rompieron la ropa, me arrastraron por la calle, me dejaron toda golpeada y a Alejandro se la tenían jurada”, reveló.
La mujer cuestionó que se haya caratulado la causa como “Disturbios en la calle con lesiones leves”, de hecho, Fidela está en calidad de detenido por averiguación de antecedentes. “Mi esposo está luchando por su vida. Lo vinieron a matar. Fue un intento de homicidio”, señaló.
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Alejandro Fidela publicó lo siguinte:
Hemos recibido el ataque de empleados y patota del Intendente Lucho Ripol, quien se cree que usurpando terrenos, mandarnos a perseguir, amenazar, robar, amedrentar y encubriendo a sus delincuentes, va a hacer callar a los opositores como yo, que ya denuncié a sus colegas del partido gobernante en la provincia, sobre Narcotráfico y explotación infantil, entre otras cosas.
Esto lo repiten para que la gente tenga miedo y crea que no hay justicia, porque la policía trabaja para el intendente y no protege a las víctimas.
Mi hijo estaba trabajando y llamó al 911, los policías llegaron, insultaron y lo amenazaron, para luego llevarlo preso, sin orden del juez, sin haber cometido algún delito y quedando incomunicado por orden del comisario.
Mi abogado Arturo Irigoyen Cúndom, se presentó en la comisaría 5 ta de Garupá, donde no le permitieron ver a mi hijo detenido, siendo un derecho humano básico, en el interin a las 00:00 hs apropiadamente, llaman desde la celda de ésa comisaría, para decirnos que iban a lastimar a mi hijo, por pedido del dueño del auto blanco, quien había atacado mi domicilio y es conocido delincuente y denunciado 17 veces por nosotros.
El abogado hace la denuncia sobre éstos dos acontecimientos y con gran asombro por lo ilegal de todo, me dice que ya se dió cuenta lo que veníamos pasando, ya que antes, no lo llamabamos y nos hacían lo que querían.
Los personajes que denunciamos, son parte de una banda de delincuentes que usurpan, de hecho, el policía Héctor Moreira, vive en una casa usurpada, la concubina de apellido Díaz, es sobrina de Jorge Fleitas, quien me había usurpado un terreno, con el apoyo de Herminia Melgarejo, Lucho y Tito Ripol, quienes ya me habían usurpado una casa hace 23 años.
El del auto blanco es Darío Aquino, ex policía municipal, vinculado con el intendente para hacer tareas de madrugada y en patota, en robos a viviendas, vehículos y usurpación, también vinculados a chapistas, mecánicos y gitanos, que desarman lo robado.
Para terminar y que conozcan a todos, están la familia de apellido Siguen, 5 hermanos que se dedican a todo lo antes dicho y al narcomenudeo, la mama y Jorge Siguen, trabajan en la Municipalidad y una hermana en una organización Barrios de Pié, muy conocidos en el barrio, por chorros y patoteros, usando a sus mujeres e hijos para atacar a pedradas a todos, incluyendo a la policía.
