Todo bien Sergio Massa pero vos estabas ahí. Pusiste los votos de tus legisladores del Partido Renovador para pagar a los fondos buitres alrededor de 16 mil millones de dólares; viajaste con Mauricio Macri haciéndole de partenaire en el Foro de Davos. Fuiste el bastonero de la sesión legislativa donde se aprobó el Acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI.
No se puede apelar al olvido de un plumazo. Tampoco alcanza con decir que "son errores". Estos No.
Se puede entender la equivocación de un novato, de un inexperto, de un negligente pero No se puede soslayar aquello que se hizo deliberadamente. Máximo Kirchner dejó testimonio del daño que provocaría aprobar un acuerdo leonino e impagable. No fue casualidad que los miembros del macrismo votaran con los diez dedos de los pies y de las manos, la exculpación de la responsabilidad institucional del gobierno con la deuda espúrea y maliciosa.
Como ya dejé escrito, hoy el peronismo en sus "diversas líneas está unido" para el fragor del próximo 22 de octubre. En realidad lo se que se junta es la clase dirigente por el espanto. La idea es estirar la cosa un rato más. Que no se desarme una cultura, una forma de ser con el manejo de lo público que hizo millonarios a políticos, empresarios, sindicalistas en cadena de contubernios. Especialmente en las provincias, donde se sitúa el epicentro de todo el descalabro moral.
Tanto reclamo de federalismo pero cada vez que baja un peso de la Nación se vuelve azúcar impalpable en las porosidades locales. ¿De que se tratará un Nuevo Pacto Federal sino de acomodar los recursos públicos ante la vista de empresarios vermiculares, corporativos que hoy desfilan por los gabinetes ministeriales queriendo cobrar facturas atrasadas?
¿Para seguir con las mismas mañas y las viejas costumbres, en un compás de gatopardismo que propone cambiar para que nada cambie?
No se como expresar mi desasosiego frente a la contumacia, la obsesión por el poder si No van a defender a la Argentina con toda el alma.
El gobernador aceitunero Manzur bien podría haber convocado a movilizar a la multitud frente a los ingenios azucareros que promueven un kilo de azúcar a mil pesos.
Veo que No se quieren dar cuenta de que este show de masas es un método de la política analógica. Darse un baño de ego en la multitud es un resorte insuficiente. Así como pedir a cada militante que vaya casa por casa a decir a los vecinos que descrea de lo que ve en el supermercado, en sus bolsillos para afuera después del 15.
Ese peronismo eunuco de hoy y aflautado contrasta demasiado con la voz canora de Hugo del Carril. La gestualidad que se quiere imponer sabe a poco; a demasiado tarde; a magia tardía. Ojalá fuera Nicolino Loche pero tenemos en el ring a un boxeador manco mientras las corporaciones de alimentos, del campo, de la salud privada etc, le llenan de dedos a la cara del gobierno.
Hace poco, en el marco electoral volvió el recurrente negacionismo del terrorismo de Estado en la dictadura del 76 al 83. El campo popular se escaldó ante las reivindicaciones militaristas de la candidata libertaria Victoria Villarroel. Se movilizó la izquierda.
¿Y el peronismo? Solamente es dable pensar con resignación sí para esto murieron y desaparecieron 30.000 compatriotas. ¿Donde quedó el espíritu místico del Cordobazo, del Rosariazo?
Muchachos. Los elefantes les pasan por detrás. El viejo circo de la Sociedad Rural y sus Enlaces, la Unión Industrial Argentina, los capitostes de la obra pública de la CAC, los bancos timberos y las citas corporativas en el Hotel Alvear o en el Llao Llao. Un montón de etcéteras. Flor y nata de la entrega nacional.
Pablo Moyano promete sacar los gremios a la calle si gana la derecha. Revoluciones tardías y truncas. Amagos de la burguesía sindical. ¿Que tal si activan las leyes contra el agio y la especulación como hizo el General Perón mientras Alberto está de gira de despedida? Milei a los alaridos y saltando como un chimpancé despertó el imaginario de coraje.
Si ya sé una de las posibles réplicas: "No están dadas las condiciones objetivas..." y otra parva de justificaciones.
Si gana Massa, las CORPOS de la OPO van a permanecer ahí como columnas dóricas para hacer lo mismo que hicieron durante los cuatro años de Alberto + Cristina.
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Ninguno de los presidenciables se salva de señalamientos. Dramáticamente tenemos que elegir entre el menos ruin para el país.
Es cierto lo que dice Massa cuando previene a la población de que los contrincantes quieren la disolución nacional. Patricia Bulrrich puede entregar las Islas Malvinas sin sonrojarse y Milei puede sortear un pedazo de territorio dada su pasión manifiesta por las rifas. (El fondo buitre BlackRock está detrás Milei) Son agentes de las sinarquías internacionales y hablan de nuestro país con los calzones en la mano.
Vemos el absurdo cuando el economista Carlos Melconian casi llora en un programa de televisión rogando que crean en su plan de salvación argentina, cuando fue uno de los que litigó contra el país por sus bonos de deuda externa. Y peor aún, hoy habla desde el núcleo de la Fundación Mediterránea, oenegé de largos lazos con el think tank de la Comisión de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos. Cipayismo al cubo inaugurado por Domingo Felipe Cavallo.
Cavallo. Dromi. El hermano Eduardo. Personajes del thriller menemista que resucitaron del ostracismo a fuer del clonador de perros. Niegan que vendieron a lo turco el Estado, como si fuera un almacén de ramos generales. Todavía padecemos el aliento en la nuca del CIADI donde más de 50 empresas públicas fueron puestas en el brete jurídico en la década del 90.
Tampoco el Gobernador Juan Manzur se escapa de esas aceitadas relaciones norteamericanas con el corredor del ZICOSUR. Es bien recordado su acercamiento diplomático a líderes del judaísmo, así como aquella delegación de Estados subnacionales a Nueva York que fue el anticipo de la llegada del ex ministro Martín Guzmán al gabinete de Alberto Fernández. En esa anduvo Oscar Herrera Ahuad por Misiones estrenando gira en tierras yanquis.
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Sergio Massa prometió juntar dolar sobre dolar para echar al Fondo Monetario Internacional del control económico del gobierno argentino.
Fue en Tucumán, el 9 de Julio de 1947 cuando el General Juan Domingo Perón declaró la independencia económica del país. Vale la pena recordar el preámbulo de aquella gesta:
"Nos, los representantes del pueblo y del gobierno de la República Argentina, reunidos en Congreso Abierto a la voluntad nacional, invocando la Divina Providencia, en el nombre y por la autoridad del pueblo que representamos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra la justicia en que fundan su decisión, los pueblos y los gobiernos de las provincias y territorios argentinos, de romper los vínculos dominadores del capitalismo foráneo enclavado en el país y recuperar los derechos al gobierno propio de las fuentes económicas nacionales. La Nación alcanza su libertad económica para quedar, en consecuencia, de hecho y de derecho, con el amplio y pleno poder para darse las formas que exijan la justicia y la economía universal, en defensa de la solidaridad humana".
Una cosita más. Ese documento nació de las entrañas de un país completo, íntegro, sin gobernadores que pensaban cortarse solos para hacer de sus provincias un coto de caza y la cabecera de playa del secesionismo instaurado en la reforma constitucional menemista de 1994.
Alcides Cruz
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