Escoba nueva barre bien dice el refranero popular. La buena noticia es que tres concejales de Garupá, - dos de la Renovación y uno del macrismo - se reunieron con autoridades de SAMSA para conocer de primera fuente la situación de aprovisionamiento de la empresa concesionaria china.
La reunión fue pedida en agosto, cuando los concejales recién electos pero no asumidos, quisieron saber el por qué de algunas faltas de servicio de la empresa. El gerente comercial y el gerente técnico los recibieron finalmente, con la excusa de que querían tener avances en las obras para poder hablar con algo concreto.
El pasado lunes 23 de diciembre, a 13 días de la asunción de los cargos, la empresa aguatera los convocó a ese encuentro en sus oficinas centrales. O sea, los atendió cuando sus reales políticas eran consistentes. Sin embargo los ediles no hablaron con decisores políticos en la contraparte.
La información publicada por el diario Primera Edición dice lo siguiente en un párrafo:
"Los concejales Raquel de Morais, Jose Antonio Vieira y Gustavo Ernst se reunieron con la gerencia de la empresa concesionaria del servicio de agua potable en Garupá, con el objetivo de conocer el estado de provisión, ante la preocupación generalizada de que puedan repetirse los serios problemas de suministro del verano anterior, que provocaron que los vecinos salieran a la calle a manifestarse en múltiples ocasiones.
Desde SAMSA aseguraron que “en líneas generales, no debería haber problemas de provisión de agua”, ya que durante los últimos meses “se estuvo trabajando fuertemente para poner todo en condiciones”, aunque advirtieron que podrían darse “hechos coyunturales como los clásicos cortes de luz” que podrían complicar la situación".
Los vecinos de Garupá hace pocos meses, con el comienzo del calor, comenzaron a quejarse por la falta de suministro. La empresa se excusó - lo que se repite en la nota de marras - por las interrupciones eléctricas provocadas por EMSA que corta la cadena de producción de agua potable y el bombeo; una hora sin luz demanda diez horas de restablecimiento de la presión en todo el sistema, argumenta.
Así también "el vocero cuasi oficial" Jose Guccione, del EPRAC adelantó a la población un aumento de la tarifa. El EPRAC funciona con fondos porcentuales recaudados por la empresa privada. Su autonomía es "relativa". Lo mismo le pasa al IMAS.
(Allá por el año 2018, una Mesa de Diálogo le pidió a SAMSA que informe debidamente al pueblo sobre los cortes de servicio ya que solamente le enviaba el aviso al ente "controlador")
Así también "el vocero cuasi oficial" Jose Guccione, del EPRAC adelantó a la población un aumento de la tarifa. El EPRAC funciona con fondos porcentuales recaudados por la empresa privada. Su autonomía es "relativa". Lo mismo le pasa al IMAS.
(Allá por el año 2018, una Mesa de Diálogo le pidió a SAMSA que informe debidamente al pueblo sobre los cortes de servicio ya que solamente le enviaba el aviso al ente "controlador")
Los concejales garupaenses No plantearon en ningún momento la aplicación de una TARIFA SOCIAL, ya que la empresa aguatera, no contempla el acceso al agua potable como un derecho humano.
Tampoco se hablo del modo expoliativo con que cobra intereses y punitorios, en base a la tasa bancaria ACTIVA y no pasiva como corresponde, según reclamos de la Defensoría del Pueblo de Posadas (Garupá no tiene Defensor del Pueblo) a quienes caen en mora o son desconectados del servicio aunque prediquen "invertimos en la vida".
Los barrios IPRODHA carecen de canillas públicas, o de un sistema de abastecimiento de emergencia móvil para vecinos que No pueden pagar el servicio. El modelo SAMSA es un modelo de neto corte neo liberal y una estructura financiera pensada para sacar del sistema económico social a quienes caen en la desgracia de perder su trabajo o su salud.
Para la energía eléctrica hay hasta medidores pre pagos. SAMSA no prevé una compra contingente de AGUA. Aún cuando el AGUA como materia prima es obtenida de afluentes que son patrimonio y derecho público común de todos los argentinos.
SAMSA esta hecha para mandar ganancias afuera y no hay contemplaciones como la disponibilidad de un vehículo cisterna para " esos clientes que no pueden pagar". Es un impúdico esquema de extorsión con buenos modales.
Son descartables y excecrables "esos consumidores" por ende, ya que de un momento a otro son dejados de tratar como clientes.
SAMSA esta hecha para mandar ganancias afuera y no hay contemplaciones como la disponibilidad de un vehículo cisterna para " esos clientes que no pueden pagar". Es un impúdico esquema de extorsión con buenos modales.
Son descartables y excecrables "esos consumidores" por ende, ya que de un momento a otro son dejados de tratar como clientes.
En Garupá, en los momentos de crisis del año pasado, se tuvo que recurrir a los bomberos o a un camión del municipio. Es imposible olvidar que también fue un buen show pre electoral montado por varios dirigentes de la Renovación, que actuaron de los dos lados del mostrador.
El EPRAC por años se ha comportado como un sucursal de SAMSA; no la cuestiona, no la controla o hace "como que" la autoriza y aprueba sus proyectos. En el caso de la localidad de Garupá, ni siquiera se planteó la necesidad de una oficina de trámites.
En septiembre de 2019, el legislador provincial Martín Sereno pidió informes a SAMSA y el EPRAC por "el régimen aplicable a la facturación por servicios y los intereses punitorios que se aplican por pagos fuera de término". En el reclamo se señalo que la empresa cobraba intereses superiores al 70% y pertinentes a un vulgar usurero clandestino. Tomar agua se volvió lo mismo que la timba financiera.
En épocas de crisis como la que vivimos, no hay jubilado que valga por ejemplo. O pagaba el agua o compraba los remedios, como se escucho decir a un anciano que esperaba su turno en los boxes de López y Planes mirando con ojos tristes el Canal musical Q, donde unos borícuas cantaban a unas excitadas chicas de plástico.
Es obvio. Los ejecutivos de la empresa "cumplen con su deber" ante sus nuevos patrones asiáticos y se "muestran" como si no corriera sangre por sus venas sino agua. Deben "demostrar" ganancias.
Pero la plata de sus ganancias "la ponen" todos los argentinos.
En septiembre de 2019, el legislador provincial Martín Sereno pidió informes a SAMSA y el EPRAC por "el régimen aplicable a la facturación por servicios y los intereses punitorios que se aplican por pagos fuera de término". En el reclamo se señalo que la empresa cobraba intereses superiores al 70% y pertinentes a un vulgar usurero clandestino. Tomar agua se volvió lo mismo que la timba financiera.
En épocas de crisis como la que vivimos, no hay jubilado que valga por ejemplo. O pagaba el agua o compraba los remedios, como se escucho decir a un anciano que esperaba su turno en los boxes de López y Planes mirando con ojos tristes el Canal musical Q, donde unos borícuas cantaban a unas excitadas chicas de plástico.
Es obvio. Los ejecutivos de la empresa "cumplen con su deber" ante sus nuevos patrones asiáticos y se "muestran" como si no corriera sangre por sus venas sino agua. Deben "demostrar" ganancias.
Pero la plata de sus ganancias "la ponen" todos los argentinos.
Las inversiones de SAMSA son amparadas en fondos nacionales por intermedio del IPRODHA o de la EBY, como los MIL CIEN MILLONES DE PESOS invertidos durante "el Plan Belgrano" de Macri en la procesadora de Miguel Lanús y adyacencias. Rogelio Frigerio estuvo en la inauguración junto a los intendentes Losada y Ripoll, el gobernador Passalacqua y otros adláteres del seno macrista.
La planta de Miguel Lanús es la niña bonita en la actualidad y abastecerá a toda Garupá con su capacidad de 2.800/ 4800 metros cúbicos por hora de producción. Quedará desactivada la unidad potabilizadora de Garupá Centro.
Los concejales, no hablaron de la calidad del agua. Al menos la nota gráfica no lo dice. Entonces sería inherente al control público de esa empresa, un informe semestral de monitoreo bromatológico del agua, (en laboratorio neutral) tomando puntos aleatorios de análisis en los barrios donde abastece. Lo que se escucha de la gente, a veces no se compadece con el panegírico escrito en los medios de Posadas.
Hubo críticas de los vecinos sobre la calidad del agua y el estado de las cañerías.
Luego de la sanción de la Ley de Barrios Populares también procederá a dar agua corriente a barrios como Santa Clara o Nuevo Garupa, donde las mangueras de conexiones clandestinas serpentearon durante años por falta de la propiedad legal del suelo habitacional. Los "colgados" del agua se contaron por centenares aunque el ducto central de SAMSA pasara a dos cuadras. Aún sigue el problema sin resolverse.
Ojalá no aparezca la "sorpresa" de que los vecinos le tienen que pagar las cañerías de traslado del agua a la empresa privada. O sea, el cliente al servicio de la empresa privada. Flor y nata del neoliberalismo como afirmamos antes. O la lamentable confirmación que SAMSA es una empresa de peaje del agua potable.
SAMSA como otras concesionarias de los servicios públicos son rémoras empresariales de los años noventa. Por entonces se predicaba "el evangelio" de las privatizaciones por causa de la espantosa corrupción de las empresas estatales.
Para terminar, una reflexión.
En el presente, con un perfil de gobierno nacional democrático y popular, quedan estos nichos provinciales donde flamean banderas del marketing y la rentabilidad por sobre la humanidad o donde los particulares intereses políticos entregaron patrimonios sociales a mas de 30 años.
Esta es la Argentina que hay que revisar para liberar del yugo negociado, a las generaciones futuras.
La planta de Miguel Lanús es la niña bonita en la actualidad y abastecerá a toda Garupá con su capacidad de 2.800/ 4800 metros cúbicos por hora de producción. Quedará desactivada la unidad potabilizadora de Garupá Centro.
Los concejales, no hablaron de la calidad del agua. Al menos la nota gráfica no lo dice. Entonces sería inherente al control público de esa empresa, un informe semestral de monitoreo bromatológico del agua, (en laboratorio neutral) tomando puntos aleatorios de análisis en los barrios donde abastece. Lo que se escucha de la gente, a veces no se compadece con el panegírico escrito en los medios de Posadas.
Hubo críticas de los vecinos sobre la calidad del agua y el estado de las cañerías.
Luego de la sanción de la Ley de Barrios Populares también procederá a dar agua corriente a barrios como Santa Clara o Nuevo Garupa, donde las mangueras de conexiones clandestinas serpentearon durante años por falta de la propiedad legal del suelo habitacional. Los "colgados" del agua se contaron por centenares aunque el ducto central de SAMSA pasara a dos cuadras. Aún sigue el problema sin resolverse.
Ojalá no aparezca la "sorpresa" de que los vecinos le tienen que pagar las cañerías de traslado del agua a la empresa privada. O sea, el cliente al servicio de la empresa privada. Flor y nata del neoliberalismo como afirmamos antes. O la lamentable confirmación que SAMSA es una empresa de peaje del agua potable.
SAMSA como otras concesionarias de los servicios públicos son rémoras empresariales de los años noventa. Por entonces se predicaba "el evangelio" de las privatizaciones por causa de la espantosa corrupción de las empresas estatales.
Para terminar, una reflexión.
En el presente, con un perfil de gobierno nacional democrático y popular, quedan estos nichos provinciales donde flamean banderas del marketing y la rentabilidad por sobre la humanidad o donde los particulares intereses políticos entregaron patrimonios sociales a mas de 30 años.
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