La Asociación Forestal Mesopotámica elaboró un durísimo informe titulado “La realidad del sector forestal primario misionero en la actualidad”, donde se describe y revela la seria y comprometida situación del sector forestal debido a decisiones nacionales que perjudicaron la producción y la falta de rentabilidad de la forestación, así como de otras actividades primarias que se realizan en las chacras.
Primero se enumera que este año la Nación recortó 143 millones de pesos del presupuesto 2013 destinado a pagar los incentivos forestales (dinero que se habría destinado a financiar “fútbol para todos y todas”), y debido a esto “un sector forestal ya de por si descapitalizado y empobrecido no iba a tener recursos ni incentivos para realizar siquiera una moderada campaña en lo referente a nuevas plantaciones forestales”.
Finalizando el mes de junio, de condiciones casi perfectas para realizar nuevas plantaciones de coníferas, que son las especies con fines industriales madereros más utilizadas en la región, “todo apunta a que la actual campaña va a ser la más desastrosa de la última década, igualando, o siendo aún peor, que la ya desastrosa del año 2002”, indica la Afome.
En el 2012 el Gobierno de Misiones, se puso relativamente al día en lo referente a certificación de nuevas plantaciones forestales, trámites que venía con demoras.
Misiones generalmente recibe el 35% del total nacional, pero en este caso, debido a la incidencia de los pagos de los viejos planes recién certificados, se estimaba que le correspondería entre el 40 y 45%, o sea unos $100-110 millones de pesos.
Hay que señalar cómo es el mecanismo de desembolsos del gobierno: El monto total se desdobla en 4 trimestres, o sea, al mes de junio, se deberían haber pagado entre $ 50 y 55 millones. Pero, como ya se mencionó, el presupuesto se redujo a sólo $100 millones, reasignando los otros 143 millones a otros ítems. La más perjudicada fue Misiones. De los más de 50 millones que deberían haber percibido los productores misioneros, apenas se han pagado 20 millones de pesos.
En síntesis, este recorte de los pagos de los incentivos adeudados, en su mayoría desactualizados (hay productores que recién están percibiendo los incentivos de 10 años atrás), sumado a la descapitalización general de todo el sector productivo primario misionero, motiva que hoy se plante menos de lo que se corta (se calcula que el 15% del consumo actual de Misiones proviene de Corrientes). Y las relativamente pocas nuevas plantaciones que se hacen, son obra de empresas grandes, que destinan recursos de otros ingresos a tal fin.
“Así, contrariamente a la propaganda del Gobierno, las actuales medidas están eliminando a lo que era el orgullo de Misiones: sus miles de pequeños productores diversificados. Y Misiones concentra el 90% de los pequeños productores forestales del país”, se explica.
Cabe aclarar que el productor forestal “puro” no existe en Misiones, a nivel pequeño y mediano. La forestación con fines industriales forma parte de la diversificación productiva de las chacras, todos los forestadores son a su vez yerbateros, tealeros, ganaderos, e incluso, muy pequeños productores tabacaleros. Normalmente, si tienen sobrantes monetarios por la comercialización de otros cultivos, lo invierten en plantaciones forestales, a modo de “cajas de ahorro”.
Las estadísticas oficiales publicadas por la Dirección de Producción Forestal del Ministerio de Agricultura de la Nación son por demás elocuentes: en la última década y dentro del marco de la Ley 25.080 se han forestado menos de 35.000 has, por año y en todo el país, cifra que coincide con estimaciones de Afome de años atrás, pero muy lejos de las 100.000 has anuales que divulgaban altos funcionarios de la Nación y algunas direcciones de bosques provinciales.
“Las nuevas plantaciones forestales en Misiones no cubren las talas anuales. Misiones se ha descapitalizado en bosques implantados, a tal punto que se estima que, a pesar de los bajos niveles de actividad del sector industrial, el 15% de lo que se consume proviene de Corrientes. Y el sector forestal representa (o representaba) el 65% de la actividad productiva de la provincia. Entonces, en términos forestales y de macro desarrollo regional, no se puede hablar de una “década ganada”, sino de “la década lamentablemente perdida”, advierte la Asociación.
El documento, de circulación entre los asociados de la entidad remarca que “hay otro dato importante a tener en cuenta: al no materializarse la fábrica de celulosa en el norte de Corrientes, allí sobran decenas de miles de has de plantaciones de pinos a alta densidad, sin otro destino que el celulósico. Ello no sólo motiva que el precio del raleo y rollo fino sea muy bajo, (especialmente en la zona sur de Misiones) sino que impide que se manejen adecuadamente con raleo las nuevas plantaciones, por transformarse en antieconómico. Y a eso se le suma el peligro de propagación de plagas”.
En otro tramo del extenso informe se describe que “para analizar la actual situación del sector forestal provincial, se debe evaluar la situación de todo el sector productivo primario misionero. Y vemos con preocupación cómo año tras año, el sector primario misionero se descapitaliza en forma alarmante, sin que se den voces de alerta ante lo grave de la situación, que tiene un componente inocultable: el permanente éxodo del campo a la ciudad, la proliferación de asentamiento ilegales en las periferias y espacios verdes de las ciudades. Eso se ve, se nota, pero hasta ahora no hemos escuchado voces que lo relacionen con la descapitalización del agro misionero, por la pérdida en valores de intercambio de su producción”.
Respecto a los números de la madera, en 1997 con 1 tn de rollos puestos en aserradero se compraban unos 60 litros de gasoil, hoy se necesitan más de 2 tn para adquirir la misma cantidad de ese combustible.
Respecto al tabaco, en términos de intercambio, el tabaco pasó de $11 a $13 (18% de incremento) en un año; en ese lapso la harina pasó de $43 a $150 la bolsa de 50 kg (más del 300%), mientras que el gasoil aumentó el 200%. Comparando, en el 2012 con cuatro kg de tabaco el productor adquiría una bolsa de harina; hoy necesita destinar doce kilos para adquirir el mismo producto.
Hablando del té, en el 2012 con 8 kilos de hoja verde se adquiría 1 litro de gas oil; hoy, para adquirir la misma cantidad de ese combustible el productor misionero debe destinar 25 kg de lo que le pagan por su té.
“Son términos relativos de intercambio. Cuanto se gana y cuanto se gasta. Sirven para comparar lo que uno produce con productos de uso frecuente que debe adquirir. De los ejemplos se nota claramente la pérdida de poder adquisitivo del productor primario misionero. Se descapitaliza. El productor y su familia abandonan la chacra y se refugia en las periferias de las ciudades. Pasa de vivir de su producción a depender de los subsidios del gobierno. Se degrada como persona. Guste o no, es la realidad”, remarca contundente la Afome.
¿Las causas?
A) El descrédito de Argentina a nivel internacional, que motiva que hayan desaparecido los préstamos, a tasas accesibles, de bancos extranjeros para financiar las exportaciones (té, tabaco, cítricos, maderas, etc que se exportaban dependían de ellos).
B) El elevado “costo argentino”. Son muy lindos los feriados, los días de carnaval, los feriados “puentes”, etc, pero cuestan, alguien debe pagarlo, lo hace el sector más débil (sin darse cuenta): el productor primario.
C) La inflación y devaluación del peso, excepto para quien exporta, donde el valor de las divisas está desfasado, eso motiva que no se pueda exportar, como las maderas; o bien, si no hay otra alternativa y hay que exportar sí o sí (tabaco, té) deben pagarse miserias al productor primario para poder vender al exterior (la yerba mate, por ser Misiones y Argentina formadora de precios, escapa al problema, de hecho, el valor de la yerba exportada creció aceptablemente).
D) A todo esto se le suman impuestos absurdos, tanto municipales, como provinciales y nacionales, violando un elemental principio de economía: nunca se deben exportar impuestos. (La estabilidad fiscal bajo el amparo de la Ley 25.080, bien gracias).
“Entonces, más allá de las palabras huecas de contenido diciendo que “no se va a devaluar”, en la realidad ya se devaluó por efecto de la emisión monetaria sin respaldo”, se advierte.
Concluyendo el informe la Afome describe que “no se foresta, ni siquiera para cubrir lo que se tala, por una suma de factores: desvío a fines no productivos de la mayor parte de los fondos presupuesto 2013 destinado a pagos de incentivos forestales (se reitera: al no haber pagos por gastos en forestaciones anteriores, el productor no tiene forma de solventar los costos de las nuevas que desea hacer); un dólar subvaluado para exportar con una inflación del más del 200% en los últimos años (harina, gasoil); descapitalización de todos los productos del agro misionero, que impide al productor seguir ahorrando “en maderas” (a través de nuevas plantaciones); valores miserables de los precios de la materia prima, especialmente de los raleos, por la imposibilidad que se construya la prevista fabrica de celulosa en el norte de Corrientes; descapitalización de todo el sector primario misionero, que impide “ahorrar” en plantaciones forestales”.
“En el plano forestal, los últimos diez años han sido una “década perdida”, y el 2013, a la fecha, “pinta” como el peor año en lo referente a nuevas plantaciones forestales”, finaliza el documento de la Asociación Forestal de la Mesopotamia que lleva la firma de su secretario general, Jorge Pujato.
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