Se viene una vuelta campana en el Partido Justicialista.
Son demasiadas las asimetrías internas que existen en las provincias; la descomposición del mapa peronista en islotes personalistas locales, la perdida real de mística en los cuadros, la languidez doctrinaria acompasada por la cuasi extinción de las unidades básicas, ya pintan el panorama. El giro por venir no sería menor a ciento ochenta grados
No hay tiempo. Ya lo dijimos en una nota anterior.
No se puede pretender resolver en un santiamén lo que esta desordenado a propósito desde casi tres décadas. Cuando el reprochable menemato vino a cumplir el fin sinárquico de la evaporación del peronismo.
Pues señores es probable que no haya internas del PJ en todo país. Suspenderlas es el atajo mas razonable ante un Alberto cuyo consenso no goza de plenitud en un peronismo en ebullición.
Lo único que une a los peronistas es la coincidencia de que NO puede romperse la filigrana del vitral. Con Alberto NO alcanza y sin Cristina No se puede. Ni se debe.
Alberto Fernandez No quiere ocuparse de la demanda de liderazgo que requiere la historia y la dinámica del partido. Abruma el COVID y la economía con todo su abanico de negociaciones que se lleva un alto quantum de su energía existencial.
Hay un hombre del interior considerado en las alturas del Poder como un prestidigitador iluminado de la política. Un enviado.
Carlos Eduardo Rovira habría acordado con Alberto Fernández asumir la conducción provisional del Partido Justicialista Nacional.
El tremendo giro a la centro derecha ideológica es una determinación que traería mucha tela para cortar. Con solo pensarlo se vislumbra una implosión que puede derrumbar verticalmente el edificio conceptual del peronismo.
Emergente del modelo neoliberal instaurado en la Constitución del 94, el federalismo centrado en el Estado provincial es la piedra filosofal del "misionerismo". Carlos Rovira - el ingeniero - lo practica como ángulo del Partido Renovador de la Concordia Social del cual es su fundador y líder indiscutido.
El primer elemento de análisis surge al entrever que un extra partidario puede comandar los destinos del justicialismo hacia unas elecciones internas en el año 2022.
El peronismo tradicional habrá cementado su lapida memoriosa y probablemente injerte alguna mezcla de la Democracia Cristiana con el Desarrollismo.
Peronismo, peronismo...lo que se dice peronismo No!
¿Que vendría?
De darse esta jugada política es potencialmente posible que se partan las aguas. Es un implante y un desplante al kirchnerismo. En Misiones es archiconocido el resentimiento político de Rovira desde el 2005 cuando perdió con el extinto Obispo Piña la reelección. El resquemor dura hasta hoy.
Habrá de constituirse una mesa de consenso plurisectorial del PJ pero sera el comienzo de otra cosa. De un clon peronista de rostro indescifrable. Probablemente parecido al rostro prolijo de los Dueños de Mundo.
Faltará saber que pensarán las organizaciones sociales, que son el reservorio de la "cultura peronista" y la descafeinada CGT , que hace un culto museológico de Perón y de Evita mientras "dialoga" con los ricos que resistieron pagar la contribución solidaria al país. Renglón aparte está el sindicalismo de la Corriente Federal y la CTA.
La disolución del kirchnerismo está implícita en este acontecimiento si se concreta como trascendió. Será el quitar al movimiento la raíz de ese perfil rebelde, con significantes apegados al Perón y a Evita del 45/55, que incomoda a las apetencias de los poderosos de adentro y de los mandantes de afuera.
¿A qué se acomoda el Partido Justicialista es el oxímoron?
El plan de Máximo Kirchner como Presidente del PJ bonaerense también parece ir y venir como un palo que naufraga en los celos territoriales de los intendentes del conurbano.
¿Alberto querrá "iluminar" la ancha avenida del medio que pavimentó desde el 2013?
El horizonte soñado es Sergio Massa candidato a Presidente 2023. Alberto Fernández al fin y al cabo, habrá cumplido su rol transitivo.
¿Falta mucho? Casi nada. Dentro de poco - dicen los oráculos de la compañerada.
Alcides Cruz
Hola Alcides tu información de la situación del partido justicialista es bastante cierta .A esto le quiero agregar que ante la presión que ejerce el neoliberalismo a través de distintos medios y sectores es muy difícil desarrollar en una gestión de gobierno el contenido netamente e intelectualmente peronista
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