En la Picada Payeska, Colonia El Progreso de la localidad de San Vicente, el aula satélite de la Escuela 651 «José Haydas» desafía a la leyes de física.
Fue fundada por los padres hace más de 30 años y actualmente estudian más de 40 chicos y chicas. El aula satélite está en peligro de derrumbarse con riesgo para la docente y los alumnos.
Los padres reclaman que construya un nueva aula "de material". No quieren ensoñaciones cuánticas sino un buen lugar para que sus hijos sientan la seguridad de ir a una escuela y no a una pocilga con pizarrón.
Miguel Hackbartt recordó que fueron seis los vecinos pioneros que -como él- construyeron la escuela con serruchos y palas porque no había motosierras.
Las familias campesinas sabían que al estar construida con maderas, la escuela con el tiempo se iba a deteriorar, y por eso iniciaron el reclamo a las autoridades de San Vicente para hacer una de ladrillos. Una de las últimas notas la hizo el director Rodríguez, en julio del 2017 al Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) a través del CGE y la Dirección de Enseñanza de EGB y Regímenes Especiales.
Los colonos cuentan que el Intendente Fabián "Borocotó" Rodriguez solamente apareció un día, dejó unas chapas y no volvió nunca más.
Resulta increíble que en Misiones, donde frecuentemente se pavonea "el orgullo de ser misionero" no haya un funcionario sensible en el Consejo Provincial de Educación o el Ministerio correspondiente ni tampoco existan, unos cuantos aserraderos que donen la madera para reconstruir ese lugar. En una provincia que se jacta de exportar finger joint premium a Estados Unidos, Canadá y Europa.
En el Parque Industrial de Posadas se montó una fábrica de paneles de viviendas de madera - maquinaria alemana que costo 10 millones de dólares - que está enfocada en los negocios inmobiliarios, rogando financiamiento de la Nación como es de costumbre, que tampoco tiene, en esas horas improductivas un gesto de responsabilidad social empresarial.
La indignación se agolpa en la garganta de esas familias que sienten el olvido; que presumen que ahora, en épocas de campaña aparecerán los candidatos oficialistas a hacerse los humildes y sacarse selfies para "estar cerca de la gente"
Eso si. La selfie y el orgullo de ser misionero...el misionerismo y la mar en coche.
Pues lejos está esta escuelita de la educación disruptiva que tanto se alaba en el centro del poder geo referenciado en Posadas. Quizás sea el símbolo palpable de la educación destruida.
*Fuente original: San Pedro Informa
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