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| Alberto y la Cristina misionera |
Alberto Fernández y Daniel Scioli provienen de la misma escudería menemista, en lo que hoy históricamente se conoce como la segunda etapa neo liberal de la Argentina, tras la dictadura del ciclo 1976 - 1983.
Llegaron al kirchnerismo como resultado del pacto electoral del elegido ("american friendly") presidente provisional Eduardo Duhalde, uno como Vicepresidente y el otro como Jefe de Gabinete.
El poder político y el carácter en la conducción de Néstor Kirchner los supo ubicar a cada uno en su rol y después del año 2005, desalambrada la provincia de Buenos Aires de peronismo gorila residual, asimilarlos como tripulación efectiva del nuevo barco.
Por esos malabarismos del destino, ambos personajes políticos, regresaron a la tierra colorada, uno como Presidente de la Nación y otro como Embajador argentino en Brasil, cargo al que fue derivado con acierto Scioli para congeniar con la gestión facho-evangelio sionista de Bolsonaro.
La Renovación veinteañal dejo como Pulgarcito las buenas migas con Scioli, picoteadas por el triunfo de Macri en el 2015, tras lo cual, las "palomas misioneristas" abandonaron el campanario del kirchnerismo para aposentarse en la Estación Mauricio.
Vale la pena recordar este largo y sinuoso devenir para comprender por dónde la Renovación pretendió filtrarse en la coaptación proselitista del evento DASS en Eldorado.
Para la Renovación Alberto Fernández "ya fue". Luego de clausurada la pretensión egocéntrica de que la Nación le financie la Zona Franca cesecionista, el gobierno de Misiones sólo aspira a sacarle al gobierno de F+F todo lo que pueda. Sus buenos modales llegaran hasta la puerta del campo santo.
En el Parque Paraguayo calculan o especulan que "Sergio" Massa, el admirador de Carlos Eduardo podría ser el próximo candidato presidenciable.
Como se leyó en los diarios, unos cuantos "gerentes" renovadores del PJ misionero, candidatos a concejales oficialistas trataron de "primeriar la selfie" con el Presidente en las inmediaciones de la fábrica de calzados. Mal acostumbrados, malogrados y frustrados volvieron sobre esa realidad rinconera que les depara anidar en la arquitectura del poder rovirista.
La consideración especial del Presidente estuvo reservada para la Diputada Nacional Cristina Britez, quién fue reconocida merecidamente por su oportuna intervención y lucha, zapatilla en mano, en su banca del Congreso, por el No cierre y despidos masivos de la hoy renacida empresa.
La sola mención del nombre de Cristina Britez hizo tragar flema al gobernador Oscar Herrera Ahuad y ensombrecer el rostro de Daniel Scioli, que se amoldó al barbijo secamente.
El sapo quedó a medio masticar sobre la mesa.
La claque periodística del gobierno provincial solo atinó a reproducir la gacetilla "rosadita" que únicamente mencionó a Alberto, Scioli, Kulfas, el gobernador y los ejecutivos de la empresa.
Los gestos institucionales de la Nación con el insaciable gobierno "misionerista" son precisos y escuetos.
Las elecciones No vienen fáciles para el Frente Renovador. La estructura se mueve cansinamente a lo largo y ancho de la provincia, sin demasiada mística. Ya porque son comicios de medio tiempo, ya porque son comicios para "devolver favores" o compensar contratos basura en la administración pública.
Crece en las encuestas la intención de voto para la joven representación del Frente de Todos (Frente Agrario y Social para la Victoria - Lista 901) en la tierra colorada; el pueblo misionero sabe que los mejores años de este siglo los vivió con el kirchnerismo, pese a que el gobierno renovador se acomode para "saludar con sombrero ajeno".
Por la derecha radical - macrista el núcleo duro del abolengo provincial, parece que reincidirá en los centros urbanos votando al vacío existencial del medio pelo argentino. El gorila blanco misionero es una sub especie de radicales, desarrollistas y puertistas vintage.
Cada día más los renovadores se parecen a esa nueva mutación política de la derecha. Así las cosas, los candidatos del oficialismo egocéntrico se desviven por encontrar la frase más genuflexa para alabar al "Ingeniero" con sus proyectos cuánticos, que de tan disruptivos, se ven lejanos de la comunidad acuciada por la falta de trabajo, bajos ingresos y pobreza en aumento.
En tiempos apocalípticos, nada quedará sin que sea revelado. La realidad definitivamente es la verdad.
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