Es una historia de hartazgo por un lado y de hechos consumados por el otro. El vecino Daniel Britez - que según relató su hijo - fue uno de los edificadores del tanque de agua junto a otros vecinos del barrio Santa Teresa - Km 18 - quiso más agua para su casa y rompió una llave de la cañería pública. Cansado de recibir un hilo de agua por apenas media hora, cometió el error de querer solucionar el problema por acción directa en la red. Darío Britez - su hijo - lo dice en el video adjunto.
Entre la Cooperativa de Montecarlo que cobra $350 pesos por un servicio pésimo y las promesas de una planta potabilizadora prometida por el gobernador Herrera Ahuad hace un año atrás, se balancea la bronca acumulada. Solamente hay temor a la represalia que se disfraza en resignación adaptativa. Sólo queda una apagada sed de justicia.
Nada que sorprenda como ocurre en varias localidades misioneras donde los vecinos pierden la paciencia, cortan calles, queman cubiertas, para rogar que el servicio de agua potable se cumpla. Por ejemplo en Garupá hay afincados en barrios periféricos que se "cuelgan del agua" con conexiones clandestinas.
El municipio de Puerto Piray emitio un comunicado oficial - el nro 1 del año 2022 - para informar que mandó a detener a este hombre de 68 años bajo una causa caratulada como "Daños a bienes del Estado" cuyo sumario es el 08/2022 abierto ante el Juzgado con asiento en Puerto Rico. Al parecer el Municipio retiró la denuncia con la condición del pago de los daños materiales. Daniel Britez tiene abogado defensor y saldrá en libertad bajo caución juratoria o pecunaria. Daniel Britez recuperará la libertad si pide perdón por reclamar.
La historia de un hombre harto que lo timen, harto de no tener agua para bañarse ni él ni su esposa que esta muy enferma, harto como se puede estar harto a los casi 70 años luego de haber puesto su granito de arena para que el vecinadario tenga un tanque de agua - donado por Alto Paraná.
Su esposa - como se ve en la foto - está con severo edema, hay que oxigenarla, y sin embargo debe aparecer con un cartelito pidiendo la liberación de su marido, que es a la vez su asistente terapéutico.
El municipio ve los asuntos y papeleos; la flamante intendenta Mirtha Lezcano - la hermana - mandó a los funcionarios a cumplir las funciones formales que fundamentan la existencia de los empleados de la comuna, y solo atinó a repudiar al vecino. En 30 días de mandato mostró su carencia de manejo político.
Contradictoriamente el comunicado habla de la esencialidad del agua potable, pero ese líquido llega a cuenta gotas. Según explica Darío (38 años) el Estado incrimina a su padre que no acata el adocenamiento de dejar las cosas en la inercia permanente.
La demanda es de "hocicamiento" ante el poder. Ni mas ni menos.
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