5/02/2022

La urgencia de soberanía argentina.

Argentina es el más destacado ejemplo de un país que después de  haber perdido gran parte de la soberanía sobre sus finanzas, empresas, recursos del suelo y subsuelo, tiene una porción de territorio muy extensa en manos de una potencia extranjera (Malvinas, Georgias Sándwich y su entorno marítimo); y otra porción de casi 1 millón de Km más en disputa a definir en pocas décadas (la Antártida).
Nuestro país carece hoy de soberanía, de capacidad de ejercerla y de unas fuerzas armadas en malas condiciones para dar respaldo al ejercicio de la misma. Solo podemos recordar la pérdida del último submarino ARA San Juan y mucho antes el incendio del Irizar; el encallamiento del Bahía Paraíso en los hielos antárticos y antes la desgraciada pérdida del buque Gral. Belgrano en el conflicto con Inglaterra. 
Los que saben de política y defensa nacional coinciden en que la construcción de soberanía tiene varias facetas más allá de las fronteras geo políticas. Tener un astillero en Ensenada que clama por volver a tiempos gloriosos, tener una fàbrica de trenes en Tafi Viejo que se llena de telarañas; haber volado la fábrica de explosivos de Rio Tercero y haber desactivado a Fabricaciones Militares son el símbolo de un país en abandono y en disolución. 
La precariedad atravieza de par en par nuestras fuerzas armadas y de seguridad; perdimos soberanía económica sobre los recursos pesqueros. 
Las FFAA son solo la punta de flecha de un sistema de defensa cuyo cuerpo, son el resto de la sociedad y sus componentes industriales e intelectuales. O sea, cuando hablamos de sistema de defensa nos referimos a la capacidad nacional de producir, de extraer y transformar en el país la riqueza que nuestra tierra encierra, de la ocupación del territorio en forma armoniaca con industria y trabajo nacional, de la ocupación del mar con barcos propios, de la existencia de un sistema logístico orientado a las necesidades nacionales. 
Los escenarios en términos geopolíticos de soberanía hoy son la cuenca hidrocarburífera de Vaca Muerta, el triángulo del litio en el área de Catamarca, Salta y Jujuy, la Cuenca del Plata con la salida por el Paraná del 70% de la producción agropecuaria, la Pampa Húmeda como productora de alimentos y el área de Malvinas con nuestra plataforma continental de mar Argentino y Antártida. 
Los intereses británicos son desmesurados desde el fondo mismo de nuestra historia. Los ingleses podrán abandonar otros lugares del mundo, pero nunca el deseo voraz del territorio argentino. Desde que Carlos Menem firmó en Madrid el Acta de Capitulación por la Guerra de Malvinas, nuestro retroceso geopolítico y debilitamiento soberano ha sido apabullante. Así también la expansión de la presencia británica tanto económica, como diplomática, logística y militar se hizo abrumadora. 
La presencia anglosajona ya no solo se limita al entorno de las islas sino que ha avanzado sobre los recursos naturales del territorio. Con el gobierno de Mauricio Macri se terminó por poner la lápida a nuestros justos reclamos soberanos. 
En la actualidad el capital trasnacional está construyendo su base operativa en la ciudad de Montevideo como colonia de los intereses globales, desde allí articula la Cuenca del Plata con el océano. Por otro lado, desde Punta Arenas se ha avanzado en reemplazar a Tierra del fuego en la proyección logística Antártica y la presencia en los pasos interoceánicos. La cantidad de países que operan desde allí abandonando a Argentina como opción es alarmante. En frente de nuestras costas, las Malvinas desarrollan un gran puerto y se proyectan como base articuladora para toda la región. Si uno observa esta situación existe entre Montevideo, Malvinas y Punta Arenas un cerco estratégico sobre Argentina, que además de implicar una fractura geopolítica entre el norte y sur de nuestro país, y nos coloca con la “costa seca” de hecho.
Nada de esto es posible sin un proyecto en el que las masas populares se impliquen desde la perspectiva de recuperar la Nación para desarrollar sus potencialidades. Para ello hay que mirar hacia adentro más que hacia afuera.

Redacción basada en el artículo del historiador Guillermo Caviasca. 






---

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Opine Libremente pero Evite Insultos.

El Vecinal TV

Lo Mas Leido

Radio Vecinal On Line

Guía Digital