La línea de Humberto llega a través de Martín Goerling a los aposentos del caudillo garupaense, reeditando su histórica relación bajo el ala del puertismo, espacio donde compartieron mocedades.
Las sutiles relaciones intravasculares llegan al corazón del poder local y nacional, según cuentan conocedores de viejas sociedades anónimas pero no tanto.
En Garupá caracterizados vecinos sostienen que "Don Tito" le come peones por dentro de la planta permanente a su propio heredero; otros mas cautos no terminan de creer que estén peleados padre e hijo como se ventila.
¿Será posible que las matemáticas fracasen en Garupá donde el potencial electoral se divide por dos y se multiplica por tres?
El resultado es imperfecto para Cambiemos, ya que en el resto sobran los radicales.
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