Lucho Ripoll no tiene carteles, ni pasacalles. Apenas las viseras en los parabrisas de remises o camionetas. "De esa manera no me joden los de tránsito" dicen los mas falsos.
Alguna declaración esporádica a la prensa. Siempre con atmósfera controlada.
Quienes se encargan de promocionar a Lucho son los ocasionales adversarios de su propio lema renovador.
Sin fuego. Desteñido y pobre de recursos es el proselitismo garupaense.
Poco dinero. Unos 700 mil pesos a los candidatos más estelares fue el aporte oficial.
"Nadie quiere poner de la suya" comentó un partícipe de la contienda.
Y en todos los barrios desborda la necesidad.
Los candidatos ven el rostro de la realidad paupérrima de Garupá y sin embargo la tibieza los invade culposamente.
Después de todo es su propia fuerza política - Renovación - la que dejó que se acumule la pobreza.
El peor pecado es silenciar la injusticia.
Quien de los candidatos oficialistas y del otro lado esta en condiciones de tirar la primera piedra?
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Excelente colega. Muy objetivo
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