Votar a Massa. Instinto de preservación de la clase política. ~ El Vecinal

Te juro que no le puedo creer a Sergio Massa. Cuando redondea las "a", palatiza los finales idéntico al vendedor del tren como diciendo "para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero". Cuando mira y sonríe de "ikeruza". Sólo le falta el "¡tink! onomatopéyico.

Me cuesta. ¿Que quieres que te diga? Yo sé que no debe haber político en la faz de la Tierra que se salve o archive alguna agachada, renuncio, esqueleto en el ropero.

Massa. Hoy aquí, mañana allá. Ayer barría los ñoquis, viajaba con Macri a Davos, le aportaba los votos para pagar a los buitres...de pronto...el inevitable mal menor.

Debo estar viejo nomás o se han vencido las ideas de honestidad que me enseñaron mis padres; caducaron de tanta decepción. Empecé a creer con Néstor lo que me contaba mi padre sobre el peronismo en las sobremesas de pucheros y guisos de arróz.

Miro hacia atrás y recuerdo aquellos Pesos Ley 18.188 que gané con mi primer laburito vendiendo gaseosas en el intervalo del cine. Hoy abro la billetera donde un yaguareté de papel perdió un 55% de valor frente a la mirada masonera de George Washington en lo que va del 2023. Ni quiero pensar en los ceros que dejamos en el camino, en este trayecto de inconmensurable desamor a la Patria.

Desde que tengo conciencia de "lo político" pasaron las mentiras, las esperanzas traicionadas, de militares que juraban por San Martín pero desplegaban su vocación servil y fratricida ante los norteamericanos. Alfonsín que No pudo, Menem - el traidor - que se esforzó para pronunciar "Mr Président" y liquidó como turco al país, en saldos y retazos. De la Rúa que se fue con casi 40 muertos. Macri que timbeó, endeudó, fundió, saqueó y rajó. Agotó todos los verbos.

Así pasó. Los libros de historia, los documentos periodísticos ya No pueden negarlo. La biología me dice que es justo que me haya cansado. Veo la órbita de mi juventud en los sellos y troqueles de votaciones de una vapuleada democracia que nos costó tanto.

La Justicia tiró la balanza al Río y vendó los ojos a la República.

El espectro de rostros y nombres que se niegan a irse del caleidoscopio político de la Argentina, como si se empeñaran hasta el fin de sus días a cumplir su misión karmática de destrucción nacional. Así como las cucarachas resisten a los insecticidas, salen inesperados de alguna rendija.

El esgrimista López Murphy + la catadora Patricia Bullrich

Cavallo, Melconian, Sturzenneger, Bullrich, López Murphy, Puerta, Toma, Amadeo, Ramón Puerta, Kovadlof, Beatriz Sarlo, Leuco, Morales Solá y Etchecopar, el hermano de Menem y Carlos Corach, el sobrino de Menem, el hijo de Bussi, Duhalde y la Chiche, Magneto, Pagani, Paolo Roca los tanos desagradecidos, el tipo que preside la Unión Industrial, los mismos de la izquierda que nunca se ponen de acuerdo...etc.

Un tren fantasma en un socavón de nuestra historia, en un túnel inacabable.

Qué triste y conjetural mañana nos espera. Ya no son desafíos sino estados de supervivencia darwinianos. El Embajador de Estados Unidos No sabe con qué candidato presidencial quedarse. Disimula equidistancia para despistar a los más encumbrados en las encuestas y pensionistas de los medios hegemónicos.

Y Massa?

Toda la compañerada con chapa e iluminación dice que No queda más remedio que votarlo porque vuelve esa caravana de zombis domesticados por la extranjería. Massa es el único rescatable de esa troupe.

Si Héctor Daer y los gordos asociados salieron a respaldarlo, me confirman con santo y seña que No puedo comprar el auto usado.

En Misiones el oficialismo anda pidiendo el voto para el tigrense, luego de haber implosionado al PJ local, amaestrado en el sibwanismo a la Renovación. Además por otro lado recalcitra el "misionerismo" que se traduce en sacar todos los diputados posibles colándose sin tapujos a la escudería de UxP con la boleta larga.

Por los antecedentes, si gana Massa, al otro día empezará a correr el pagaré, desde la Zona Aduanera Especial más todo lo que huela a fondos nacionales. Si pierde el oficialismo nacional, asistiremos sin asombro, al trajinar del gobernador electo Hugo Passalacqua para congraciarse con el nuevo ganador del Sillón de Rivadavia. Todavía suenan los ecos de su frase de fina lencería: "gobernabilidad con gobernabilidad se paga".

Nada cambiará. Toma y daca en el Palacio de los Dos Congresos.

Rememoremos.

En el 2001 las asambleas del hambre y los esquilmados del Corralito abollaron cacerolas para que se vayan todos. Hoy aquellos son candidatos certificados de reincidentes políticos como Bullrich y Larreta.

En estos cuatro años, después del macrismo, donde se prometió el "Nunca más al neoliberalismo" somos más esclavos de la élite corroñera que maneja el FMI. Es la única certeza.

Personalizo mi sentir.

Que este ciudadano pase de la pobreza a la indigencia es un salto de pulga. Con el último dato de inflación, otros dos millones de argentinos cayeron al vacío ¿Que van a hacer si ganan los mascarones del tren fantasma de la derecha - ultraderecha? ¿Que van a hacer compañeros y compañeras? Resistencia en las aplicaciones? ¿O resistencia en las calles como enseño Perón?

Esa es la única incertidumbre que importa. No la incógnita que argüyen los rascabuches de la televisión y los consultores de opinión pública, en un grosero festival de porcentajes para el show. A la verdad le soplaron una pistola en la cabeza y el silencio habla por sí solo.

Se me ocurre pensar que todos los dirigentes actuales a lo único que apuntan es a No soltar el queso ni quedar fuera del status quo. Que su única preocupación de fondo es perdurar en otro ciclo mientras los melones se acomodan en el carro. Y vamos viendo...

Alcides Cruz