Una oenegé de cariz libertario, puso la lupa en el empleo público de las provincias del país y dió a conocer un mapa de las proporciones de empleados públicos por cada mil habitantes. El lapso estudiado abarca desde el 2002 al 2022. El total del país llegó al 69% en ese tiempo.
Los datos surgen de relevamientos oficiales, sin aclarar si son empleados de planta permanente y contratados el volumen general. Hay muchos contratos de prestación de servicios, los llamados contratos "basura" que establece una vinculación por monotributo con el Estado; una modalidad muy creciente.
A los estamentos del Estado llegan personas procedentes de las campañas políticas como pago por militancia territorial, influencias o amiguismo del poder, creando una membrana de nepotismo donde los parientes desarrollan una metástasis innegable.
Por lo general, las provincias No son creadoras de empleo privado y son muy escasos los ejemplos de generación de fuentes de trabajo por promoción industrial. La presión fiscal suele ser uno de los factores distorsivos; el caso remanido de Misiones es la mudanza de aserraderos a la vecina Virasoro donde hay incentivos de radicación.
En la Argentina ya es natural la emigración interna a las faldas del conurbano bonaerense o la Capital Federal para conseguir el primer empleo. Crónicamente las provincias NO retienen población económicamente activa, y es una vieja costumbre el refugio de los jóvenes en el empleo público administrativo o en las fuerzas de seguridad o fuerzas armadas.
De la región NEA, la provincia de Chaco lidera el ranking de aumento de empleados públicos (7º) seguido por Misiones (10º); luego Corrientes (14º) y por último Formosa en el puesto (24º)-
El trabajo de la Fundación Libertad y Progreso diagnostica que el empleo público superó al crecimiento vegetativo promedio de la población del país en un 23%. En 20 años los estatales provinciales aumentaron de 1Millon 340 mil a 2 Millones 270 mil.
Fuente: Primera Edición
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