Sin animo de cambiar conductas, los principales dirigentes alientan la grieta sobre la base de mentiras y odio. Queda claro que Juntos por el Cambio, más precisamente el macrismo, además de alentar la grieta, genera algo más preocupante: enfrentamiento y virulencia social. Tanto que estas cuestiones son llevadas al seno de la mesa familiar, y en las amistades. Es evidente que el macrismo impide y evita todo tipo de diálogo, debate o análisis que tienda a mejorar la realidad. Con la intención de alimentar la grieta, a efectos de cuidar votos, el macrismo pareciera imitar la impronta del asesino Joseph Goebbels: “miente, miente que algo quedará”.
Acciones, todas, que contaron con la anuencia y el silencio cómplice de grupos mediáticos, y de periodistas rentados (y extorsionadores) del poder que gobernó recientemente. Y, lógicamente de jueces y fiscales corruptos que continúan dando muestra de sumisión y clara devoción. Es evidente que esta suerte de máxima nazista de miente, miente que algo quedara ha calado y continúa calando en basto sectores de la población. Sucede en todo el mundo. Es lo que imponen los algoritmos y el modelo de la derecha neoliberal. En Juntos por el Cambio están convencidos que en la profundización de la grieta, en el enfrentamiento radica su fuerza electoral. Es lo que alientan sus dirigentes.
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