El rostro contuso y morado es el de Lidia Mercedes Fernández, de 50 años, que en la noche del sábado 25 salió a defender a su hijo cuando era llevado preso por la policía de la Comisaría Quinta en una actuación por demás desprolija y carente de visos legales en la manzana 5 del Barrio Belén de Garupá.
Recibió un balazo en el ojo.
En esa barriada viven familias, la mayoría trabajadoras, que fueron relocalizadas, a las cuales les entregaron una casita de madera y de a poco fueron realizando mejoras, no sin antes pasar por el suplicio de falta de agua en verano y dificultades de todo tipo. Esta lindante al Barrio Los Potrillos, conocido hace tiempo por la presencia de algunos personajes complicados.
Alejandro Enrique de 22 estaba en su casa escuchando música y bebiendo, cuando llegó una patrulla policial a detenerlo presuntamente sin orden judicial. Algún vecino la llamó - se comenta. El muchacho se negaba a ser apresado porque sostenía que "no había hecho nada" más allá de la altisonancia cumbiera.
Ante la "resistencia a la autoridá!" - como suele decirse - los uniformados entraron "armados" al domicilio, cuando el joven se subió al techo de la vivienda para evitar ser atrapado. Rompieron una ventana. Finalmente lo redujeron a golpes y lo llevaron al móvil.
Esto lo contó la hermana del joven, llamada Belén, que en el momento de los hechos gritaba junto a su madre reprochando el accionar policial desde adentro de la vivienda. "Eh no pueden hacer atropello de domicilio!"
Por ningún lado apareció la exhibición de una orden judicial.
"Están haciendo abuso de autoridad ustedes...con qué permiso entran a casa ajena?" les gritaban los testigos directos.
"Los policías nos apuntaban y juntaban piedras para tirar...se hacían los cancheros, se reían y decían que no les importaba que los vecinos los filmaran con los celulares". "Un policía le pegó una piña a un menor de 15 años".
Para detener a Alejandro se aglutinaron "refuerzos policiales". Alejandro ya había caído preso antes. ¿Es razón suficiente para meterlo en el calabozo sin miramientos de ninguna clase por la simplona interpretación de que tiene "antecedentes"?.
Pero regresando al objeto central de esta nota, lo que asoma como extralimitado y fuera de lugar, es el balazo en el ojo que recibió la madre. La perdigonada le desfiguró el rostro por el hematoma.
Cuando la señora Lidia cayó al piso herida, Belén que está embarazada se desmayó a su lado. Los vecinos corrieron a socorrerlas.
Hasta aquí No hay noticias de la intervención de un fiscal, ni el sumario de Asuntos Internos de la Policía de Misiones.
Lidia se repone lentamente, no hizo la denuncia porque tampoco confía en que la policía que le disparó en la cara le garantice ecuanimidad.
La gente humilde, que ignora los artículos manipulados de la ley o sus interpretaciones capciosas es más fácil de apuntar y de agredir. Así como la Justicia es diferenciada, hay una policía para ricos y otra policía para pobres.
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Otras versiones dicen que los agresores y patoteros .fueron las familias .que varias veces manejan el barrjo con violencia.de la mism manera que vi matan al profesor ismael decima..a 100 mts de ahi..y tod esa gente hizo silencio ztampa.hsces pocos meses atacron con machete la mujer embarazada de un policia lo cual los reprimio..como pudo .uno de los agresores habia salido de la carcel el dia nterior y asi ..imfinito casos tierra de nadie y no de trabajadores.
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