10/20/2021

Misiones. Un yaguareté enfurecido que se calma con bonos verdes y criptomonedas.




El Ministerio de Cambio Climático de Misiones es una unidad de negocios más que un organismo formal. Dentro de la estrategia de negocios se creó su rostro institucional para chapear adentro o afuera del país con el fin conseguir inversiones flotantes en el mundo. 

Quienes quieran ser advertidos se dan cuenta rápidamente que la provincia de Misiones está loteada de negocios con proyecciones de rentabilidad hasta por un siglo. 

El gobierno de Misiones, protagonizado por la Renovación en lo que va del siglo 21, fue creando los soportes legales para instrumentar esos negocios, con una mirada exclusivista, autocéntrica innegable. 

Misiones se mueve en el concierto de las provincias con la lógica de un principado y todo lo que hace o manda a hacer a sus vectores de exploración - en formato de funcionarios o legisladores oficialistas - es la constante captación de dinero, de cualquier color y envase. 

Carlos Eduardo Rovira, el mentor de todo el andamiaje, acaba de anunciar el ingreso de Misiones a los mercados de carbono, para que los capitales extranjeros, como es el caso de la British Petroleum, puedan comprar bonos amigables con el medio ambiente a cambio de indulgencias para contaminar en otros lugares del planeta. 

La British Petroleum tiene su subsidiaria en la Argentina con el nombre de Pan American Energy, de la familia Bulgheroni, y es la segunda productora nacional de petroleo y gas (17%) con radicación en las cuencas de Chubut y  Neuquén.

Al comienzo del negocio se buscó el maridaje de los bosques regenteados por la multinacional chilena Arauco, cuya extensión de árboles implantados propios y de asociados se expande por casi un tercio del territorio misionero. 

Misiones logró sellar en los últimos días dos acuerdos, uno con la British Petroleum, empresa inglesa, y otra con Mercuria, una subsidiaria que trabaja para el gobierno de Noruega, para la comercialización de bonos de carbono, que compensen el daño ambiental en el Mar del Norte. Ambos comercializadores están homologados en los Estados Unidos, la Unión Europea y Asia.  Según el presidente de la Legislatura, con los bonos de carbono se estaría concretando el aporte del mundo a Misiones por su contribución ambiental, y quedaría por definir un aporte nacional. “Ahí la estrategia es que en el nuevo presupuesto nacional se incorpore la contabilidad ambiental y esta contribución esencial” al rol de Misiones en la lucha contra el cambio climático. Primera Edición. 

El gobierno habla de un mapa en forma recurrente. Fue el que le mostró al Papa Francisco - en audiencia operada - donde se ve la deforestación de Paraguay y de Brasil para plantar soja, de un lado al otro. 

"Europa está muy interesada en Misiones, porque la provincia aparece claramente en un mosaico satelital como una discontinuidad, porque si se mira a la izquierda o derecha hay desiertos de soja, y aparece Misiones con su cantidad de hectáreas verdes, natural y protegida".

El verde de los pinos y los eucaliptus implantados disimula bastante bien la otra deforestación del bosque nativo con el constante apeo de madera originaria y la vista gorda en favor de empresarios inescrupulosos. 

Organizaciones vinculadas a los otros olvidados, los mbya guaraníes y pequeños agricultores siempre están denunciando la oquedad del Ministerio de Ecología de Misiones al respecto. 

Misiones anunció que es un jugador como acreedor ambiental. En la provincia una hectárea captura tres toneladas de dióxido de carbono por año. Los convenios firmados postulan que primero se debe hacer un estudio de base. La evaluación que realiza el Ministerio del Cambio Climático comenzó en junio pasado, con científicos bajo una metodología de Naciones Unidas, y se prevé que estará terminada para el primer trimestre del año que viene. Misiones como estado subnacional puede ingresar en el mercado de carbono sin necesidad de que el país esté participando.

El bosque nativo se reduce entre 3500 y 5000 hectáreas por año en la provincia, según datos del 2020 publicados por la Facultad de Ciencias Forestales de la UNAM. Su expansión desertificante principal es por la ganadería y la agricultura extensiva. 

La operatoria se plasmó en un juego de pinzas que consiste en reclamarle al Estado Nacional (¡cuando no!) el reconocimiento de 114 MIL millones de pesos para el año 2022,  incrustados en el Presupuesto argentino ( el 0,0015% del total ) por el mantenimiento del activo ambiental. 

Recordemos que Misiones quiere insistir y meter en el Presupuesto Nacional la cuestión de la Zona Aduanera especial, pero hay 18 estados provinciales que tienen el mismo derecho. Hubo que frenar en seco esa pretensión porque las arcas nacionales NO soportarían semejante drenaje recaudatorio. 

Y no alcanza con la excusa de sus 1400 kilómetros de frontera internacional porque otras provincias tienen más vecindad con otros países; en total la Argentina tiene 9316 kilómetros de frontera en Sudamérica. 

Ocurre la contrariedad de siempre. Todo el mundo le tiene que dar a Misiones pero Misiones No quiere repartir con nadie.  Es más. Le cuesta entender que la coparticipación - con sus defectos de porcentuales demográficos - es una estructura de reparto equitativo entre las provincias mas ricas con las más pobres. 

El pataleo de Misiones con que produce más de lo que recibe no deja de ser una actitud egoísta y umbilical.

Con esta nueva iniciativa de vender bonos de carbono y el pedido de compensaciones por cuidar el medio ambiente se abre otra arista. Las provincias como Chubut, Rio Negro, Neuquén, Tierra del Fuego, Salta, Jujuy y otras, también pueden reclamar al Estado Nacional por las reservas de biodiversidad, proyectando supuestas deudas prohijadas en la contabilidad creativa.  

Los argumentos son "tirados de los pelos". "Si Misiones dedicara una 470 mil hectáreas a cultivar soja puede obtener una renta agrícola anual de 34 mil millones de pesos". Que no tiene gas natural ni tiene regalías mineras como las provincias cordilleranas. 

Misiones eleva dudosas conjeturas al negar que NO recibe nada de lo que otras provincias aportan al erario nacional. Dice que aporta el agua para que la Pampa Húmeda produzca soja, como si no hubiera recibido de las retenciones. Que pronto se olvido de los dividendos repartidos a todos los municipios misioneros de las retenciones sojeras, que ayudaron a comprar maquinaria vial, por ejemplo. 

En su afán de olvidar a Macri...la amnesia política "misionerista" No registra que fue el gobierno de su aborrecida Cristina Kirchner el que implementó ese beneficio FEDERAL

Aquí vale señalar que Misiones hoy se está valiendo de cuantiosas multas fiscales al tránsito de soja y maíz para el contrabando hacia Brasil. (¿No ve nada?) Así también calla sobre la aduana interna que hace años genera rentas por ventas de productos y servicios financieros en bancos instalados en la provincia. 

Misiones ya hace negocios con el Acuífero Guaraní, el agua de lluvia ( Aguas de las Misiones) y ahora hará negocios vendiendo el aire puro. Menos mal que las Cataratas del Iguazú pertenencen a Parques Nacionales ( también le quieren hincar el diente desde hace rato) porque así los argentinos pueden recibir regalías por el 27 %.  El resto - 70% - se lo llevan los concesionarios Concesionarios Closs - Enríquez. 

"...El separatismo en los papeles no está bien, pero sí hay que separar las ideas, somos separatistas en las ideas porque tenemos ideas propias y profundas que no están en otros ámbitos...en un país que es una ficción federal pero no una realidad, seguimos con nuestra obligación republicana para consolidar el conjunto, no somos separatistas". 

Se da de bruces la declaratoria de Rovira de que "Misiones no es separatista".  Puede servir esta puntualización para el acting político,  pero en los hechos efectivos de lo económico, la provincia colorada canta "Al Don Pirulero, cada cual defiende su juego". 

El "separatismo en las ideas" es en sí mismo auto excluyente del resto del país, puesto que la política se sustenta en ellas. Consecuentemente "creer en el concepto de República" implica creer en la división de poderes, situación que No se vislumbra en Misiones, por lo que la mayoría desbordante de legisladores del oficialismo y la corporación judicial No osarían jamás en contradecir una sola palabra de Carlos Rovira o inquirir al gobierno provincial. 

La Constitucion Nacional de 1994, de neto corte neo liberal le insufló a las provincias un aire autónomo y de ahí se aferra Misiones como otros Estados sub nacionales para expandir una posición autodeterminada en los recursos naturales, debilitando por un lado, el poder de la Nación como un todo territorial y permitiendo por el otro, que los factores extranjeros, como las multinacionales, encuentren el "campo orégano" para anclar negocios e intereses geopolíticos fraccionados inclusive. 

Rovira define como una ficción federal a la relación entre Buenos Aires y las provincias. Parece que la única realidad es la que plasma el caudillo. Es notable cuando llega la materialización de planes, programas de la Nación nadie - ningún ministro provincial - se niega a recibirlos o expresa su disconformidad porque son ficticias "sombras chinescas".  

“...se discute la agenda que le interesa a los misioneros y no nos casamos con nadie, por eso en las últimas elecciones fuimos con la boleta corta. La representación provincial en los espacios nacionales lleva la agenda de los misioneros”. Nuestros adversarios ocasionales en Misiones, tanto el radicalismo, Juntos por el Cambio como el Partido Justicialista, responden a la verticalidad de las decisiones de Buenos Aires". 

Por suerte el Ministerio de Ambiente de la Nación impuso la idea de una Reserva Federal a la biósfera del Parque San Juan, porque ya estaban al acecho algunas apetencias si ese patrimonio natural quedaba en manos provinciales exclusivamente. 

El cambio climático con los objetivos ODS 2030 son los paraguas argumentales por el que hoy las bolsas mundiales operan con los commodities verdes. Misiones los adaptó a una estructura de criptomonedas para lo cual edificó una ley ad hoc. ¿La idea es puentear al Banco Central de la República Argentina en la recaudación por la venta de esos bonos generando ingresos directos a las arcas provinciales? Parece que sí. 

Basta con ver las consecuencias de la falta de lluvias amazónicas y el endicado aguas arriba de los afluentes del Río Paraná para comprender que todo se circunscribe a la coptación de dineros bursátiles.

La hipocresía es patente. El área amazónica como pulmón del mundo está siendo devastada por los mismos intereses extranacionales que por un lado rompen el equilibrio ambiental, y por el otro ponen cara de buenitos comprando bonos verdes. No existe la  remediación ni mitigación. Todo es codicia y voracidad. 

Decir que Misiones es una suerte de gendarme contra el cambio climático mundial es por lo menos exagerado; las fronteras políticas no dividen los efectos destructivos de la capa de ozono y lo ambiental NO es un sujeto de propiedad fortificada. 

El Papa Francisco - a quién se menciona en el mboyeré argumental - ya propuso dos cosas: el cambio filosófico de la propiedad privada y la conversión ambiental. 

Muy lejos de la idiosincrasia gubernativa de Misiones. 















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