El circo criollo de la derecha misionera.

Vaya escándalo. Después del kimchi coreano de la senadora nacional Maggie Solari ahora la exhibición anglofila de la flamante diputada provincial Norma Sawicz con su indumentaria.

La maestra obereña se ganó el repudio de propios y extraños por el desatino, mientras el conductor de la Renovación se despacha contra la oposición que no comulga con su sobreactuado " misionerismo" filosofal. A cada momento dice que los legisladores opositores obedecen a postulados políticos extrafronterizos según su obsecada idea de centralismo al revés. 

Se había dicho el padrinazgo político del gobernador Correntino Gustavo Valdez para con Martín Arjol.

Pero nadie imaginó tanto. La derecha es regional ahora. Entonces la otra mentira del radical misionero queda como una fractura expuesta. El velar por los asuntos de Misiones será un tema secundario a la luz de las expresiones tuiteras. 

Nadie puede esperar nada de este jovenzuelo boina amarilla encumbrado en el segundo lugar del bloque nacional de los aporofóbicos lixiviados del macrismo.  Seguro defenderá el patrimonio cartelizado de los industriales y latifundistas yerbateros en detrimento de los intereses del pequeño labriego de la tierra colorada.

Por último de lo último, la triste foto de dos jóvenes misioneros yendo a visitar y de paso recibir "consejos" de Mauricio Macri, el embustero por antonomasia. El facilitador fue nada menos que Ramón Puerta, el socio de las andanzas y negocios de ex presidente multiprocesado. 

No hay parangón en la reciente historia de Misiones que pueda compararse a este presente fisgón y decadente.

Qué realidad más triste. Una provincia rastrera de la derecha. Por más que se separen las elecciones provinciales de las nacionales, el frente y el dorso nos muestra las mismas caras extrañas a las necesidades populares.

El voto del pueblo es sagrado aunque éste haya cometido un sacrilegio por apatía de pensamiento. Es la contradicción de un pueblo que huye de si mismo en defensa propia. 

Alcides Cruz

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