12/15/2021

"Poner un merendero es un acto de amor". Así define María Espíndola lo que hace regularmente en el Barrio Belén de Garupá.

Esta barriada nació de sopetón, de un día para el otro, cuando llegaron familias relocalizadas de la periferia de Posadas a otro terreno aledaño de la antigua oenegé, de cuyo nombre tomaron el nombre propio.

Para compensar el plan social que recibió abrió el merendero que hoy atiende a 106 niños de la zona. "Vimos la necesidad, había muchos chicos. Primero dudé porque tener un merendero es mucha responsabilidad; con tres paquetes de leche (en polvo) y un paquete de azúcar empecé", nos relata.

María revela que los niños buscan en el merendero un refugio emocional, que cuentan simplemente lo que les pasa u ocurre en su familia, un lugar de consuelo y desahogo. Vean la nota que vale la pena.

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