La Nación está embretada por el FMI. Hay recorte del presupuesto y los ministerios deben retraer planes, proyectos. Cada dólar que entra se junta para pagar la deuda contraída por Macri. El Banco Central ya autorizó a varias provincias la emisión de bonos o cuasi monedas para pagar sueldos y obligaciones internas. No hay plata. La cesación de pagos está a la vuelta de la esquina.
Los subsidios han sido observados puntualmente por los técnicos fondistas y en particular las provincias, No recibirán los dineros pautados por diversos rubros de gestión. Todo está encuadrado hasta fin de año o menos. Los gobiernos que se "cortaron solos" en lo electoral como Misiones, desprendiéndose del destino de la Nación, van a sentir en carne propia las consecuencias de predicar la auto salvación, de aislarse de los dramas económicos del país y pedir el pedazo. (¿Por qué no me lo das?)
"¡Misiones está fuera de la grieta!" Declamación para la tribuna. No puede huir ni eludir las consecuencias de creer que puede hacer rancho aparte y sólo beneficiarse de las mieles derramadas desde Buenos Aires a fuerza de intercambio de votos en el Congreso por ventajas o asfixiante obsecuencia.
Dicen que Carlos Eduardo Rovira es peronista. Raro que un peronista no sepa que nadie se realiza individualmente en una sociedad donde fracasa o sufre el conjunto del pueblo. Tampoco puede proyectar su felicidad autónoma y aparecer solamente cuando hay fiesta como esos tíos que caen únicamente en la Nochebuena diciendo : Holaaa...todo bieeen?
Un paro patronal o lock out camuflado en una huelga de los trabajadores se nota mucho. Cuando el sindicato UTA reclama el pago de los salarios mal trazados, el Grupo Zbicoski activa el efecto de la cama elástica y rebota el problema en las barbas del Ministerio de Transportes de la Nación.
El Estado es la parte boba del negocio. En lugar de subsidiar directamente al pasajero, permite que la plata sea intermediada por los que manejan esta suerte de extorsión sublimada.
El gobierno renovador de Misiones tiene un modo ser. De toda piedra que toque debe brotar una ventaja. Así la sastrería legislativa confecciona leyes a medida como el usufructo de las aguas, de los bonos verdes, las criptomonedas, la aduana interna, la salud parquizada o el transporte de pasajeros.
Misiones instituyó en el año 2005 por ley un *cuasi monopolio del transporte urbano de pasajeros en el área metropolitana de Posadas, cuyos tentáculos alcanzan a Oberá y Eldorado. Un andamiaje jurídico inexpugnable para el común de la sociedad, intendentes, legisladores, defensorías del pueblo; sin voto en las audiencias públicas convocadas "pour la gallerie" y con apenas un recurso técnico escabroso a través de la Universidad de Misiones que brilla por su ausencia.
La anomia legislativa de los municipios quedó en evidencia. Los concejales de Posadas, Garupá y Candelaria ni siquiera tuvieron el reflejo de proponerse una reunión extraordinaria, para replantear la nociva quita de las autonomías municipales en la gestión del transporte de pasajeros y de cargas.
En los tres municipios el oficialismo provincial y local tiene la suprema mayoría. Lo que carece - archiconocido - es de agallas para pronunciar un documento político instando a los legisladores provinciales a enmendar la cláusula de sosa participación ciudadana, haciéndola vinculante e imponer un contralor técnico independiente para costos, frecuencias, flujo de pasajeros y rendición de cuentas.
El voto popular representado, no sirve en los asuntos que salpican los negocios encumbrados. La democracia de Ley de Lemas no tiene remedio para la crónica flojera intestinal de los elegidos para mediar por el pueblo.
*Ellos creen que el pueblo los elige para obedecer a Rovira. Allí se agota su imaginario político.
Tibios concejales dijeron públicamente que poco pueden hacer. En el caso de la Renovación la inexistencia de la división de poderes se manifiesta en un silencio atronador desde los intendentes a los concejales. ¿Para que piden la representación del pueblo si no la honran? ¿O no tienen el menor sentido del lugar que ocupan en la sociedad? ¿Tan grande es la castración moral que les pide la Renovación?
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Los fondos nacionales vienen a paso de tortuga. Se rompió la cadena de pagos en la provincia; hay pedaleo loco para todo el mundo. Cuentan los diarios que se ven "caravanas" de proveedores penitentes en las ventanillas para cobrar obras públicas hechas, insumos y vituallas. La única que cobra anticipado es la aduana interprovincial y modelo de billetera virtual del colectivo.
La Cámara EUTA - manejada por la familia Z - emitió un comunicado donde los empresarios reconocen que el Estado misionero arrimó la plata para los sueldos y aguinaldo de los choferes, +/- por 370 mil pesos per cápita. Entonces se levantó el paro, pero el conflicto por el flujo de subsidios desde la nación continúa como la brasa de un incendio mal apagado.
La huelga provocada por la patronal, como una carambola asociada al gremio de los choferes desnudó un modelo connivencial en crisis. El diseño de negocios basado en la prebenda estatal de la nación, provincias y municipios cayó en desgracia cuando el subsidio tardó y los costos fueron agrandados por la inflación. El circuito de plata se dañó. Unos 1000 millones de pesos de deuda morosa desde abril, (calculo estimado) desacomoda a cualquier empresa, más aún si es de servicios.
La picardía misionera es haber conformado una "empresa paraestatal" en el GZ, ya que recibe el 80% de subsidios del fisco - según Sergio Massa - pero opera con los arbitrios de una privada. Que además tiene todo el protectorado político.
La adicción a los fondos públicos de sostén, a pescar en la pecera del Estado, a invertir con el bolsillo ajeno, a solamente colocar cabinas de peaje, a la expansión avasallante, conoció sus límites de una caja vaciada y viciada por los "otros planeros": los grandes, los monopolios, los que tienen una ingeniería jurídico - contable.
Desde la presunta bendición económica y eclesial del Obispo Kemerer a este tiempo de revelación indecorosa de los pecados, ha cambiado la mirada de la opinión pública.
No obstante sobre este despabilamiento sutil, no hay que guardar demasiadas esperanzas. El misionero, que tan "orgulioso" se muestra de su provincia paisajística, revalida cada dos o cuatro años, la primacía del absolutismo en todo el mapa colorado.
Luego ese "ciudadano" camina incómodo, entre la íntima protesta y la sonrisa complaciente, como aguantando el duro trance que lleva incrustado entre sus nalgas.
Alcides Cruz
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