En vez de decir "La Patria no se vende" habría que decir : "Basta de vender la Patria". De otro modo no podremos salir del laberinto de autoengaño que cíclicamente se reproduce cuando el campo nacional y popular ve en riesgo su propia sustentabilidad en el país.
Existen etapas históricas contemporáneas bien identificadas. Tras el fracaso del peronismo de izquierda nacional, echado de la Plaza de Mayo por el mismísimo Juan Domingo Perón, [que al contar del escriba - espía Tata Yofre vino con los auspicios de los Estados Unidos y pasaporte paraguayo] quedó un país a punto caramelo para que la derecha peronista (o derecha presentable como dicen los gorilas depilados) hicieran pactos con las corporaciones, la iglesia, los radicales de habano y los militares.
Golpearon las puertas de los cuarteles como décadas más tarde golpearían la puerta de los bancos.
Perón navegaba en aguas territoriales de la derecha y ese timón evitó el ensayo en la Argentina de lo que Naomi Klein describe como la "Doctrina del Caos" aplicada en Chile con el carnicero de Pinochet. Lamentablemente "El Viejo" murió antes de lo imaginado. Isabelita con sus dones de esposa No alcanzó jamás para llenar el vacío de poder . Entonces un delirante místico como López Rega y asociados en la Triple A comenzó a jugar al gato y al ratón con la vida de los argentinos.
Llegaron los militares - versión argenta - que juraron por San Martín, pero que mediante una exitosa temporada "champú" a la Academia de West Point, Estados Unidos volvían a Buenos Aires para ser presidentes.
Inexorablemente se instauró el neoliberalismo diseñado por Milton Friedman en nuestra Patria y el resto de la región sudamericana mediante golpes de Estado por las armas.
Desde este punto de partida histórica, las etapas políticas fueron cambiando pero el devenir del sistema económico y el diseño de esclavismo por deuda no se modificó nunca. Tampoco sus objetivos de apoderamiento de los recursos naturales de valor estratégico.
Alfonsín fracasó en lo económico pese al Plan Austral. Carlos Menem como turco, vendió todo lo que pudo vender del Estado, se hizo amigo del verdugo a cambio de entregar la independencia económica y jurídica ante el CIADI, pero hocicó cuando reventó la pompa de jabón de la convertibilidad, cuyos efectos nocivos llegaron hasta la escapada en helicóptero de Fernando De La Rúa en el 2001.
Así los cambios políticos, por el acting democrático conseguido a sangre y fuego en 1983 siguieron bajo las luces del circo criollo mientras los elefantes de los intereses extranjeros desfilaban por detrás.
Cinco presidentes al hilo. Duhalde de Banfield, amigo confiable de Estados Unidos, rearma el panorama de pacificación para que los mismos gringos sigan esquilmando a nuestra Patria; llega Néstor Kirchner con el cuaderno y la "bic" en la oreja; le paga al FMI; llega Cristina y por cosas del destino, vuelve Cristina cuando No debía retornar - según los deseos húmedos de las corpos - después de la muerte de Néstor.
La corriente peronista llamada kirchnerismo pasó a ser incómoda, rompió la continuidad del modelo de ocupación o colonización. Pecado de extinción o "aniquilamiento" como un "dejá vú" de aquellos años de la pre dictadura de 1976. Solamente los métodos cambiaron a "golpes suaves" con jueces y medios periodísticos. Ficción democrática. Pueblo pensado que vomita memes y argumentos de troles a cada paso.
Vino Macri e impuso la restauración de las condiciones originales de esclavitud. Mega Endeudamiento. Impagable. Sabido por todos porque en la Argentina No se puede argumentar la inexistencia de académicos, investigadores y profesionales capaces. No importa. Manda una lapicera. No es una virtud el presidencialismo sino una desgracia en manos de gerentes entreguistas o flojos. Alberto Fernández - el error histórico, el agente del Círculo Rojo, el De la Rúa del peronismo - terminó sin saber qué hacer con el utensillo. Se secó la tinta.
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Ahora Milei o la quinta etapa perfeccionada del Plan Maestro. Más profundo, más rápido como soñaba Macri. Motosierra para todo lo que huela a Estado. Un perro entrenado por el sionismo internacional. Un candidato que fue de punto o muleto de escudería electoral e hizo saltar la banca. Argentina insólita otra vez.
Vamos a los hechos. Lo que hizo Milei es extraordinario. En ancas a lo que todo el mundo repite como loro barranquero que "ejecuta lo que prometió en campaña, dice la verdad"; aceptamos en esta preposición como válida.
Lo fuera de lo común y maravilloso de Javier Milei es que a nueve días de asumir el mando de la República se despachó con un decretazo de tres mil objetivos para demoler el Estado, entre derogaciones de leyes y modificaciones. Nulidad insanable como una metáfora asimilable al protagonista.
Puestos a parir, hasta los que lo votaron salieron a protestar con las cacerolas - símbolo del hambre del 2001 - ya que en alguna esquirla les tocó de la explosión en el corazón del sistema repudiado por "populista", "estatista, "prebendario", "peronista kirchnerista", o abominable desde la Generación del 80 (siglo 19) hasta el presente. Ergo, la Argentina ha sido un error existencial en el Universo hasta que "el Enviado" anarco minarquista apareció en el pesebre mediático de un empresario de casta, llamado Eduardo Eurnekian.
Según el armenio, el "ñato" le salió fallado primero, pero después No tanto. Digamos...
El gobierno de Milei no es político sino de política económica absoluta; la economía conduce a la política o mejor la soterra, dado el extremo decreto de necesidad y urgencia donde prácticamente borra del mapa al Congreso a cuya espalda leyó su discurso inaugural. Milei es un Guaidó venezolano, o un Zelensky ucraniano de la Patagonia. Un ente mesiánico anhelado por el sionismo masón internacional.
Lo auténtico y maravilloso de Javier Milei es que cumplió con lo ordenado por las sinarquías vernáculas y foráneas; con los burgueses anti-argentinos nucleados en la Sociedad Rural, las Cámaras empresariales de alta gama como A.E.A, los bancos de aquí y de allá, con los tertulianos del Hotel Alvear, del Hotel Llao Llao, el Círculo Rojo, los fondos buitres como BlackRock, Venture, el FMI, el Banco Mundial, el BID, las calificadoras de riesgo tipo Moodys y las mandas del Comando Sur de repudiar a todo lo que sea China, Rusia, Brasil o BRICS. Cumplió sobremanera con todo el firmamento de la derecha - ultraderecha - neo - liberal - conservadora - libertaria, ATLANTISTA monopolar y versiones afines.
Todos los factores del Poder - aquellos que solamente le dejan un 20% de mando institucional al presidente - están en la gloria (No en los inventados Cuadernos Gloria de las coimas); volvió la fiesta y el champán como un menemismo tardío. La Argentina es un territorio de saqueo, de remate de empresas de bandera que dan ganancias, de reparto de pedazos de provincias según los recursos naturales pre existentes. Las bolsas de valores o Wall Street viven una luna de miel con las acciones gauchas. La Argentina primarizada del siglo 19, de la manteca al techo y la vaca en el barco rumbo a Europa ha vuelto desde el pasado por la máquina del tiempo.
¿Cuál es la genialidad de Javier Milei - presidente?
Que si las fuerzas populares sintetizadas en la unidad sindicatos, organizaciones sociales, organizaciones libres, legisladores nacionales, provinciales y concejales, gobernadores opositores despabilados en serio, logran revertir y desplomar el infame DNU ninguno de esos factores, dueños del PODER real le van a poder reclamar o echarle en cara que NO lo hizo o que No intentó entregar a la Argentina atada de pies y manos para que la ultrajen.
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