Aquella dirigencia de la CGT que se negaba a hacerle un paro a Macri y se mostraba timorata cuando las bases pedían mayor dureza contra las políticas neo liberales, quiere salir a "tabicar" al Presidente Alberto Fernández.
Hubo que rogarles un paro contra el peor gobierno de la historia argentina.
Es la misma dirigencia cegetista circular, que sintoniza con la Asociación de Empresaria Argentina con una pasmosa naturalidad poniéndose en el rol de actores del "peronismo presentable" con el que la derecha conservadora neoliberal motea a sus interlocutores populistas - amigables.
Un documento suscripto por la CGT y la AEA afirmo sin memoria histórica que la «Argentina viene de muchas décadas de un mal desempeño económico». Es lo mismo que aceptar el relato macrista de "los últimos setenta años" sin mosquearse.
Los que quieren destituir al gobierno barretean en el sector del peronismo de derecha que mete "la pata de cabra" para romper la alianza configurada por Cristina Fernández de Kirchner. Una de las huellas del forzamiento es la crítica a Máximo Kirchner, y consecuentemente a La Campora, la corriente juvenil que más le estorba a los gordos carcamanes.
«Este muchacho no laburó en su vida y nos va a venir a decir a nosotros cómo tenemos que manejar la CGT» dijo el sindicalista Carlos Acuña del hijo de la ex Presidente.
Esa CGT de Daer es funcional a la estrategia de "las corpos" que quieren ver al Presidente aislado, debilitado y manipulable. Esa maniquea jugada tiene el falaz argumento de impermeabilizar al primer mandatario con pintura al agua.
Quieren a Alberto Fernández comiendo de su mano. Crear un "albertismo" electoralista, entregando la Presidencia del Partido Justicialista al líder del Partido Parte, miembro del Frente de Todos. Reducir el TODO en una PARTE encapsulada en el Partido Justicialista donde parasita el buró sindical.
Quedó estampada la frase de Hugo Moyano cuando calificó al PJ como "una cáscara vacía".
Hoy podemos hablar de peronismos atomizados. Una variedad de partidos, organizaciones sociales, agrupaciones que discursivamente hacen referencia a los ideales trazados por Perón y Evita pero en la práctica son islotes de intereses.
Los muchachos te corren por izquierda o por derecha; son la enfermedad y el antídoto al mismo tiempo.
En ese devenir Sergio Massa hace rancho aparte con su Partido Renovador. Ya se le conoce la marca en el orillo. Hoy esta en el gobierno nacional después de su estelar surgimiento como anti kirchnerista en el 2013 y su posterior enflaquecimiento electoral cuando viró a la derecha que mas le calza.
La memoria reciente lo refleja construyendo la confluencia electoral con Pichetto, Schiaretti, Urtubey, la Renovación de Misiones y otros gobernadores que renegaban del liderazgo de Cristina a viva voz fogoneados y respaldados por los cuarteles mediáticos que en la actualidad, pergeñan la caída del gobierno de FERNANDEZ + FERNANDEZ.
Massa renguea para la derecha desde siempre. En la sastrería de la embajada norteamericana llegaron a probarle el traje a medida.
Ya dije en otra ocasión que gracias al paso táctico de la ex Presidenta Cristina se pudo aglutinar un Frente electoral para sacar a la sinarquía ceocrática local y extranjera del gobierno el Estado Argentino con su exitoso cipayo Mauricio Macri.
(A todo esto Macri No se convence que ya lo usaron; que se le pasó el cuarto de hora; que ya le pagaron dejándolo hacer todo los "negocios" y travesuras que quiso. Ahora si lo meten preso es problema de él)
Massa es el Tercer Hombre del gobierno porque finalmente Alberto Fernández lo convenció tomando un café haciéndole ver que al fin y al cabo conseguirían lo que ambos soñaron en el 2013 cuando planteaban "la ancha avenida del medio".
Con Cristina sola no alcanzaba, sin Cristina tampoco y Massa con su troupe federalista derechosienta perdía. No fue el amor. Fue el espanto llamado Macri.
Alberto Fernández tiene que repetir una y otra vez, a propios y extraños que NO lo van a hacer pelear con Cristina; que el "albertismo" no existe; que gobierna una coalición.
En el reportaje que le dió al periodista Horacio Verbisky puso a parir a los gorilas depilados que se dicen peronistas y son meros personeros de la derecha:
"Si alguien está pensando hacer un acto para que yo tome distancia de Cristina, se equivoca, porque no lo voy a hacer. Lo que más necesitamos es estar unidos...siempre he descreído de los personalismos. Creo en los proyectos colectivos...Este es mi último proyecto, para que todos juntos no permitamos que el conservadorismo vuelva a hacerse cargo de la Argentina Nunca Más...tenemos un común denominador sobre el que no hay dudas, que es no volver a permitir el desarrollo del conservadurismo en la Argentina".
Urge la UNIDAD en serio.
Este repaso micro histórico reciente tiene por objeto denotar a los picaros de todos los sectores que NO HAY OLVIDO; que NO pueden lavarse las manos ni tapar como si nada sus mancadas.
Hay ocurrencias políticas pasadas en su fecha de vencimiento. El sayo le cabe a los sindicalistas noventistas; a los grandes empresarios que NO quieren ofrendar un pago patriótico o los agro exportadores que retienen producción sin liquidar; a los legisladores o políticos caranchos de la oposición; a los grupos mediáticos de comunicación que fogonean discordia; a los gobiernos provinciales pedigueños que solamente se ven el ombligo.
...la lista de los egoísmos es larga.
El espíritu de la Patria está derrumbado. Que No sean como los ladrones que salen a robar tras los terremotos.
Alcides Cruz
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