Si los misioneros fueron capaces de votar a la Renovación en mayo pasado, es altamente probable que voten a Milei. Ya las encuestas desde hace largo tiempo nos anticipan la tendencia de los habitantes de la Tierra Colorada de ir con el ganador. Así fueron enseñados.
"Ser amigo del dueño de la pelota; Billetera mata galán; Sonrisas hasta que se acabe la plata" son frases comunes en la Tierra Colorada.
No importa si Milei es un peligro para el país. O Bullrich. El misionero fue enseñado a fuer de prédicas retintas, a pensar en modo "misionerista"; ello significa sacar tajada de todo lo que pueda y subirse en un giro de laucha a lo que demuestre una ventaja recostada sobre el éxito inmediato.
La suma del poder público, un Estado autócrata, la sublimada división de poderes para hacer de cuenta la existencia formal de una división republicana, el autonomismo recalcitrante barnizado como federalismo, el nepotismo en capas geológicas son parte de la realidad monolítica.
La independencia económica capciosamente reinterpretada en una aduana interna; el plañir contra el muro de los lamentos que comienza en Virasoro hacia el sur. Victimización autoflagelante que a menudo sale en los diarios amigos. Eternas cuestiones de deudas nunca saldadas con la Nación; desapego con los dolores y fiebres políticas del país, con endechas y culpas por el destino de ser un apéndice incrustado entre Paraguay y Brasil.
Apariencias.
El argumento del crisol de razas no se sostiene. A pesar de la noria memoriosa de descendientes europeos en setenta años de existencia como provincia no se puede afirmar a ciencia cierta la fusión de culturas. Es "un estar" cada uno en lo suyo simplemente. Permanencia sutil en la mentalidad colonial. La profunda argentinidad no se reconoce con contundencia. Lo criollo es simbólico mas la sangre gringa es dispar. Siempre mirando de lejos y cerca de la frontera para huir de las desgracias económicas, de las eventuales conflictos por instinto.
Milei ganará en Misiones según los encuestadores pero también de los que van y vienen por el centro posadeño cual hormigas que se pasan el santo y seña de la huerta a depredar.
No importa cuanto dure la sonrisa provechosa porque apenas decline la posibilidad de obtener algún rédito, se irán a otro personaje o situación que muestre la gordura política o económica para hincarle el diente.
Es casi natural que gane Milei en Misiones. La viva expresión del sálvese quién pueda se ve a cotidiano en estas orillas mesopotámicas. A lo mejor ocurre en otros parajes del país pero aquí No es un enunciado ni la idealización de un proyecto. El misionero es de derecha, izquierda y centro todo junto. Aquí la uniformidad del pensamiento de subsistencia se encargó de matar las ideologías hace rato.
Asínomá e! exclaman por estos lares. En el dicho se enanca una "subclase" de ciudadanos que son los consabidos pescadores de ventajas u oportunistas. A éstos nada les importa en tanto puedan sacar tajada para su mordisco o llevar agua para su molino.
Los argumentos son los fútiles; rejuntan desde la televisión o la radio; repiten el cotorreo en la palmera; no hay pensamiento sino impulso duradero hasta que, por el peso de la realidad, se dan cuenta que no les conviene una parte o sienten en carne propia que la chipa era más dura de la que esperaban paladear.
De pronto se les acaba la sensación de triunfalismo alineado con el más cojudo prometedor o se vacía el cuerno de la fortuna. Rápidos para desilusionarse. No sostienen ideas sino una reacción ventajera sobre asuntos individualistas. Es un sensor especial y envidiable. Único en la Argentina.
Lo curioso es que No identifican la razón de las desgracias en el mapa misionero; es fácil culpar al centralismo porteño de los males; por ende nunca la mirada escudriña a los gobernantes de la provincia.
*Esta es la nueva moda de los gobernadores. Despegarse de la suerte de la Nación con elecciones provinciales. Por eso pregunté en una nota anterior: ¿De qué la van ahora? ¿De épicos? Ésta es una elección donde los dirigentes son los únicos interesados en salvarse.
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Revelar la verdad absoluta que los candidatos a legisladores de la Renovación van enganchados a Massa No por nacionalismo, sino por la sencilla razón de negociar los votos en el Congreso a cambio de recursos de toda índole, es complicado.
Increíblemente los intereses de los mandantes de Misiones impulsan el voto a Massa después de haber sembrado el libertarismo provincial durante dos décadas. Reclamar el voto para salvar un país del que No se sienten parte - con el que únicamente se despliega una relación utilitaria - es un contra mensaje que provoca un choque en cadena en la sociedad misionera.
Hoy en Misiones gana Milei hasta que se acabe el aura triunfal. Mañana Dios dirá.
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